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El presidente Santos ganó el premio Nobel de la Paz 2016 por sus esfuerzos por llevar la paz al país tras más de 50 años de guerra, anunció en Oslo el Comité Nobel de Noruega.

El premio, según ese fallo, es un claro apoyo a la decisión de Santos de invitar a todas las partes a participar en un amplio diálogo nacional para que el proceso de paz no muera, después de que el pasado domingo ganara el NO a los acuerdos de paz firmados con las FARC en un referéndum.

“El hecho de que la mayoría de los votantes dijera no al acuerdo de paz no significa necesariamente que el proceso de paz esté muerto. El referéndum no fue un voto por o contra la paz”, insistió el Comité Nobel en su fallo.

“Ese resultado ha generado una gran incertidumbre sobre el futuro de Colombia. Hay un riesgo real de que el proceso de paz se paralice y de que estalle de nuevo la guerra civil, lo que hace todavía más importante que todas las partes, encabezadas por el presidente de Santos y el líder de la guerrilla de las FARC, Rodrigo Londoño, mantengan el respeto al alto el fuego”, recalcó el Comité.

Según el jurado, el premio es también “un tributo al pueblo de Colombia que, a pesar de las grandes dificultades y los abusos, no ha perdido la esperanza en una paz justa, a todas las partes que han contribuido al proceso de paz” y a todas las víctimas de una guerra que se ha cobrado la vida de al menos 220.000 colombianos y ha obligado a abandonar sus casas a más de seis millones de personas.

Los esfuerzos de Santos, según el Comité, llevaron al acuerdo de paz y, aun sabiendo que era controvertido, el presidente colombiano decidió someterlo al voto de sus compatriotas.

El NO del referéndum sólo significa “no” a un acuerdo específico de paz, recalcó el jurado para mostrar su esperanza de que todas las partes asuman su responsabilidad y actúen de forma constructiva en las próximas conversaciones de paz.

Además, el comité se mostró convencido de que Santos, “pese al ‘no’ mayoritario en el referéndum, “ha acercado de forma significativa hacia una solución pacífica el sangriento conflicto” en su país y que ha sentado las bases para el desarme verificable de las Farc y un “proceso histórico de reconciliación y hermanamiento nacional”.

“Sus esfuerzos para promover la paz cumplen por tanto los criterios y el espíritu de la voluntad de Alfred Nobel”, aseguró el comité.

El premio, argumentó el jurado, trata de animar “a todos aquellos que tratan de lograr la paz, la reconciliación y la justicia en Colombia”.

“El comité espera que el premio de la paz le dé (a Santos) la fortaleza para lograr esta demandante tarea” de lograr la paz y que “en los próximos años los colombianos recojan los frutos del proceso de paz y reconciliación en marcha”.

Solo así, apuntó el comunicado del comité, Colombia “será capaz de afrontar de forma efectiva los grandes retos” que tiene por delante, tales como “la pobreza, la justicia social y los crímenes relacionados con el tráfico de drogas”.

El comité destacó también la dificultad de lograr un equilibrio entre la reconciliación nacional y la justicia para las víctimas y subrayó que no hay “respuestas sencillas” a este respecto.

El Nobel de la Paz, el único que no se otorga ni entrega en Estocolmo, sino en Oslo, por deseo expreso de Alfred Nobel, contó este año con la cifra récord de 376 candidatos.

El galardonado recibirán un diploma, una medalla de oro y un premio económico, que este año es de 8 millones de coronas suecas (832.000 euros).

En 2015 se hizo con el galardón el Cuarteto para el Diálogo Nacional en Túnez por su labor en la construcción de una “democracia plural” en este país africano, según el fallo.

El Comité Nobel de Noruega decidió otorgar el Premio Nobel de la Paz 2016 al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, por sus decididos esfuerzos para llevar más de 50 años de guerra civil en el país a su fin, una guerra que ha costado la vida de por lo menos 220 000 colombianos y desplazado a cerca de seis millones de personas. Es el segundo Nobel que se adjudica a Colombia. En 1982, el de Literatura lo recibió Gabriel García Márquez.

Según la Academía, “el premio también debe ser visto como un tributo a los colombianos que, a pesar de grandes dificultades y abusos, no han perdido la esperanza de una paz justa, y para todas las partes que han contribuido al proceso de paz. Este tributo se paga, no menos importante, a los representantes de las innumerables víctimas de la guerra civil”.

Sobre las razones del otorgamiento del Premio al mandatario colombiano, el Comité del Nobel hace las siguientes precisiones:

“El presidente Santos inició las negociaciones que culminaron en el acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y las Farc, y él ha tratado sistemáticamente de hacer avanzar el proceso de paz. Sabiendo bien que el acuerdo fue controversial, jugó un papel decisivo en asegurar que los votantes colombianos fueron capaces de expresar su opinión en relación con el acuerdo de paz en un referéndum. El resultado de la votación no era lo que quería el presidente Santos: una estrecha mayoría de los más de 13 millones de colombianos que emitieron su voto, dijo que no a la voluntad. Este resultado se ha creado una gran incertidumbre en cuanto al futuro de Colombia. Hay un peligro real de que el proceso de paz llegará a su fin y que la guerra civil estallar de nuevo. Esto hace que sea aún más importante que las partes, encabezadas por el presidente Santos y el líder de la guerrilla de las Farc, Rodrigo Londoño, siguen respetando el alto el fuego.

El hecho de que una mayoría de los votantes no dice que el acuerdo de paz no significa necesariamente que el proceso de paz está muerto. El referéndum no fue un voto a favor o en contra de la paz. Lo que el “No” rechaza lado no era el deseo de paz, pero un acuerdo de paz específica. El Comité Nobel de Noruega hace hincapié en la importancia del hecho de que el presidente Santos está ahora invitando a todas las partes a participar en un diálogo nacional de base amplia destinada a llevar adelante el proceso de paz. Incluso aquellos que se oponían al acuerdo de paz han dado la bienvenida este diálogo. El Comité Nobel espera que todas las partes asuman su parte de responsabilidad y participar de manera constructiva en las próximas conversaciones de paz.

Lograr un equilibrio entre la necesidad de la reconciliación nacional y la garantía de justicia para las víctimas será un reto particularmente difícil. No hay respuestas simples a cómo debe llevarse a cabo. Una característica importante del proceso de paz en Colombia hasta ahora ha sido la participación de representantes de las víctimas de la guerra civil. Ser testigo de la valentía y la voluntad de los representantes de las víctimas a declarar sobre atrocidades, y para hacer frente a los autores de cada lado del conflicto, ha causado una profunda impresión.

Con la concesión del Premio de la Paz de este año para el presidente Juan Manuel Santos, el Comité Nobel Noruego desea animar a todos aquellos que se esfuerzan por lograr la paz, la reconciliación y la justicia en Colombia. El propio presidente ha dejado claro que seguirá trabajando por la paz justo hasta su último día en el cargo. La Comisión espera que el Premio de la Paz le dará fuerza para tener éxito en esta tarea exigente. Por otra parte, es la esperanza del Comité de que en los próximos años los colombianos van a cosechar los frutos del proceso de paz y reconciliación en curso. Sólo entonces el país sea capaz de hacer frente con eficacia a grandes desafíos como la pobreza, la injusticia social y la delincuencia relacionada con las drogas.

La guerra civil en Colombia es una de las más largas guerras civiles en tiempos modernos y el único conflicto armado que queda en las Américas. Es la firme creencia del Comité Nobel de Noruega que el presidente Santos, a pesar del “No” voto de la mayoría en el referéndum, ha traído el sangriento conflicto mucho más cerca de una solución pacífica, y que gran parte del trabajo de base se ha establecido tanto para el desarme verificable de las FARC y un proceso histórico de la fraternidad y la reconciliación nacionales. Sus esfuerzos para promover así la paz cumplen los criterios y el espíritu de la voluntad de Alfred Nobel”.

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