Fue una noticia escabrosa de esas que pocas veces ocurren en la ciudad o el departamento, el cuerpo de un hombre posteriormente identificado como el conductor de taxi Carlos Junior Núñez Salazar de 36 años, fue en terrado el día anterior
Por: Luis Eduardo Rendón-Periodismo Investigativo
Los investigadores hilvanan cada una de las pruebas para esclarecer, los autores intelectuales, materiales y los motivos que originaron el horroroso homicidio del conductor Carlos Junior Núñez Salazar de 36 años que fue decapitado, su cabeza tirada a un costado en un sector del barrio Popular de Armenia y las demás partes del cuerpo en un paraje de la vía a Montenegro.
Periodismo Investigativo le consultó al comandante del departamento de policía Quindío sobre el avance en las labores de inteligencia y el Coronel Ángel Hugo Rojas Sandoval expresó, que crece la hipótesis de que este nuevo hecho de sangre tendría que ver con la captura de Nelson Mauricio Taborda Rudas, alias Picante, temido cabecilla de la banda criminal ‘Los Rastrojos’, quien está señalado de manejar la mayor parte del comercio de estupefacientes en el Quindío junto a alias Ballena.
Pues la captura de Picante se logró en las últimas horas durante una operación coordinada entre la Dirección de Investigación Criminal e Interpol, Dijín, y la Fiscalía General de la Nación que se llevó a cabo de manera simultánea en las localidades de Cali, Dagua, Tuluá, Andalucía y Buga en el Valle del Cauca.
Lo dijo el comandante
El comandante de policía del Quindío afirmó que luego de varios meses de infiltración se dio este importante golpe, en el que además fueron aprehendidas otras 16 personas y que a alias Picante se le atribuyen, más de 30 homicidios en las mencionadas municipalidades y por lo menos 25 en el Quindío.
Picante se ganó su apodo su apodo gracias a que desde la época del cartel del Norte del Valle, descolló por su escalofriante forma de torturar y desmembrar los cuerpos de sus víctimas.
Agrego el Coronel Ángel Hugo Rojas Sandoval, que la estructura criminal de este hombre estaba dedicada al narcotráfico, microtráfico, extorsiones y homicidios, estos últimos con relación a disputas con otras bandas.
Desde al comando central de la policía se informó que en los allanamientos efectuados por la Dijín fue encontrada una finca que la banda criminal utilizaba para torturar y matar a sus víctimas. En las paredes de varias de las habitaciones después de aplicar reactivos como el Blue Star, fueron hallados rastros de sangre.
También se supo que entre sus objetivos no solo estaban los ‘jíbaros’ o sicarios, sino todo aquel que se negara a pagar las extorsiones dictadas por él, como no trabajar bajo sus órdenes.
En la actualidad Taborda Rudas está investigado por los delitos de concierto para delinquir, homicidio, tráfico, fabricación y porte de armas de fuego y municiones, amenazas y utilización de menores en la comisión de delitos.
Informes de la policía confirman que después del asesinato de José Leonardo Hortúa alias Mascota y la captura de José Miguel Valencia alias el Indio, quienes serían cabecillas principales del cartel del Norte del Valle, Picante tomó el control total de la zona incluyendo el sector del Eje Cafetero, el cual estaba siendo manejado por Jefferson Gómez Villada alias Chagualo que también fue capturado.
Se supo igualmente que los otros detenidos en esta operación corresponden al Zarco, Chinga, Tuerto, Tocino, Tavo, Bamba, Polilla, Rodri, la Flaca, Dani, Pato, Mono, Casti, la Peluda y Lucho.
Destino final
Ayer el cuerpo del taxista Carlos Junior Núñez Salazar fue enterrado en medio del acompañamiento de decenas de taxistas. Como se recordará en la madrugada del sábado, la cabeza fue hallada en el interior de una bolsa en un lote del barrio Popular de Armenia.
Luego se encontró el resto del cuerpo ubicado entre unas lonas en la entrada a la finca San Julián de la vereda El Mesón en la vía que de Armenia conduce a Montenegro, el taxi apareció abandonado en el barrio La Patria. Debajo de su cabeza había un lapidario letrero que decía “Por sapo, sapo, sapo”. Su familia aun no entiende la muerte de su ser querido, Carlos Junior era padre de familia y amigo ejemplar según sus más allegados, nadie conocía sobre amenazas o andanzas raras, era un hombre de bien. Este será uno de los crímenes que pasan a la historia por su crueldad ocurridos en el departamento del Quindío que las autoridades tendrán que desenmarañar.