Llegó al Quindío muy joven formando parte del Ejército Nacional como suboficial donde conoció la dureza de esta profesión. Pero la vida le tenía destinado otros caminos, escolta, el CTI, la Fiscalía donde conoció un nuevo engranaje que lo enrutó por el camino de la academia, estudiar derecho y obtener varias especializaciones. Hoy Pedro Amorocho Barragán es otro destacado jurista quien no escatima esfuerzo alguno en la defensa de quien requiere de sus servicios. Deportista integro, excelente hijo, hermano y padre de familia se perfila a ocupar un sitial de importancia en esta región que considera pujante, de desarrollo y futuro, no olvida sus ancestros en Bucaramanga, pero sueña con un Quindío mejor. Pedro Amorocho se confesó con EJE NOTICIAS PERIODICO.
Sala de redacción
EJE NOTICIAS. Cuéntenos un poco sobre usted ¿De dónde es?
Pedro Amorocho Barragán. Yo soy santandereano. Nací y crecí en Bucaramanga y hacia el año de 1992 decidí que una de mis aspiraciones de la vida era ser sub oficial del Ejército, entonces inicie la carrera en Melgar, allí la terminé y por cuestiones del destino luego me vine para la Octava Brigada del departamento del Quindío durante un tiempo, duro de conflictos con los grupos subversivos. Después viajé al San José del Guaviare y retorné al Quindío para continuar mis estudios universitarios.
E.N. ¿Y qué tal esa infancia en Bucaramanga?
P.A.B. Fue muy buena Pepillo. El clima de Bucaramanga en ese entonces era parecido al del Quindío, ni mucho calor ni mucho frio, entonces se disfrutaba mucho más el hacer deporte. Mas cuando en esa ciudad hay un polideportivo o al menos una cancha de microfútbol por cada barrio. Canchas en donde todos los días y hasta altas horas de la noche, los amigos y los vecinos nos pegábamos los “picaditos”.
E.N. ¿Por lo que veo le gusta mucho el microfútbol?
P.A.B. Mucho. Junto con el fútbol me parece que son excelentes deportes que además de ayudar a conservar un buen estado físico y buena salud, sirven para disfrutar del esparcimiento con los amigos y llenarnos de energía para el día a día. Aun los practico con constancia cada vez que los amigos me invitan a jugar.
E.N. Bueno, y la familia qué ¿Vivió con ellos en Bucaramanga?
P.A.B. Si claro. Mi papá fue docente y mi mamá que trabajó toda su vida hasta que se pensionó en Medicina Legal. Tengo también tres hermanas, una es Fiscal en Barranquilla, la otra trabaja para Medicina Legal y la otra en la alcaldía de Floridablanca. Mi padre ya murió más o menos por el tiempo del terremoto y mi madre aún con vida y vienen a visitarnos cada tres o cuatro meses.
E.N. Síganos contando ¿entonces acerca de los estudios?
P.A.B. Bueno, en un principio la capacidad económica de mis padres estaba un poco difícil, tuvimos que recurrir a créditos con el Icetex para poder comenzar los estudios en el Ejercito. Luego ya radicado en el Quindío quise seguir estudiando y vi la posibilidad de que la misma Universidad La Gran Colombia me permitiera el pago de mis estudios a cuotas y así muy juiciosamente, trabajando de manera permanente pude hacer la carrera de Derecho, luego me especialice en Derecho Administrativo, en Constitucional, luego con título de la de Bogotá estudié Pedagogía y Docencia Universitaria con especialización, luego hice especialización en Penal y Criminología y también hice 14 o 15 diplomados entre Armenia y Bogotá, además de que hasta ahora he hecho dos libros sobre el tema penal. Gracias a Dios he podido estudiar, siempre con el propósito de poderle ayudar a la gente.
E.N. Muy preparado usted doctor. ¿Cuénteles a los lectores como alguien que inició con dificultades económicas, puede obtener tantos títulos y estudios?
P.A.B. Precisamente con mucho sacrificio y dedicación. Nada ha sido fácil y con mucho orgullo hoy digo que cada estudio ha sido gracias al empeño que le he puesto a la vida, al esfuerzo de tener que trabajar para poder estudiar, así sea pagando la universidad a cuotas y a los amigos y personas que han llegado a la vida a brindarme una mano de apoyo.
E.N. ¿Y quiere seguir estudiando?
P.A.B. Si claro, precisamente estoy pendiente de irme o para Cali o para Bogotá a estudiar Derecho Procesal o Derecho Disciplinario. Me gusta mucho, también este tema del derecho en el ámbito administrativo.
E.N. ¿Bueno doctor y entonces acerca del paso por el Ejército que nos cuenta’
P.A.B. Le cuento que fue una experiencia en mi vida muy bonita, enriquecedora y de mucho aprendizaje. El Ejército me dejó amigos, disciplina, conocer la justicia, defender a los ciudadanos, entender a los militares en su cansancio. Uno a veces como civil ve fácil la labor de los militares, pero déjeme decirle que el esfuerzo físico y mental al que se someten es muy complicado.
En el Ejército estuve tres años y seis meses, y me retiré cuando iba a ascender a Cabo Primero porque en ese entonces ya iba a nacer mi primer hijo.
E.N. ¿Y cómo entra a la Fiscalía?
P.A.B. Arranqué como escolta, al tiempo y gracias a mis capacidades y al hecho de que estaba estudiando pasé a ser Jefe de Seguridad, luego pasé por todos los cargos de Investigador y también pude ser Jefe de la Unidad de Reacción Inmediata conociendo mucho más de cerca el tema del microtráfico y del sicariato en el departamento. Ya de ahí concluí mi etapa en la Fiscalía e inicié una nueva en la Defensoría que es donde estoy actualmente y donde la labor es muy distinta, impartiendo ante toda una justicia equitativa y justa, así suene redundante, en donde cada persona que llegue, así haya cometido cualquier delito, se le garantice un proceso jurídico correcto acorde a lo que hizo y así salga favorecida la víctima y se le dé una sanción correcta al victimario.
E.N. ¿Pero sigue litigando?
P.A.B. Claro, de manera permanente y aparte de los trabajos que he ocupado he tenido siempre la oportunidad de ejercer de manera directa mi profesión y poder emplear cada uno de mis estudios. Incluso he tenido la oportunidad a nivel nacional trabajar en importantes cargos como en el Congreso de la Republica y al lado de importantes personajes de la vida pública y política en el país.
E.N. ¿Y en el departamento lleva caos importantes?
P.A.B. Sí, mucho la verdad. Pero para ser sincero lo que más me interesa es hacer las cosas bien y ayudar a las personas. Pienso que las personas cuando han cometido errores hay que buscar la forma de conciliar, de que se recapacite sobre el error cometido y se pueda enmendar. Por más de que esté defendiendo a alguien que hizo algo indebido, trato de hacerle caer en cuenta del error y de que lo corrija.
E.N. ¿Y vinculado también con la política en el Quindío?
P.A.B. Ah sí, eso ha sido una cosa maravillosa en mi vida. He podido conocer personas tan valiosas como Diana Muñoz y el doctor Oscar Castellanos con quienes he compartido y he conocido parte de la política en el departamento. Así mismo muchos amigos de distintos partidos que me conocen y respetan como profesional.
La verdad es que me gusta mucho la política y pienso que más adelante puede estar dentro de mis planes de vida y con la intención de hacer las cosas bien por el departamento.
E.N. Usted ya conoce el engranaje de la región ¿Cómo ve al departamento de frente a lo que viene?
P.A.B. Yo pienso que es un departamento que traerá mucho desarrollo. Durante este último periodo se ha hecho una buena labor a nivel de conseguir presupuesto para invertir en el Quindío, pero considero que el tema social está algo descuidado y que con el nuevo gobierno que inicia el próximo año se puede lograr un cambio significativo que combine el desarrollo con el ámbito social. Lo mejor que puede hacer cada político es trabajar a conciencia y dejar un buen ejemplo para las nuevas generaciones y poder mirar con tranquilidad a los hijos y decirles que se hizo lo mejor posible por dejarles un departamento en buen estado para que ellos puedan disfrutar.
E.N. Bueno doctor, ¿le cuento que esta entrevista la voy a guardar pues creo que aquí comienza un nuevo proyecto?
P.A.B. Muchas gracias a usted Pepillo por la invitación, reiterando que continuaré con mi trabajo y si Dios me da la posibilidad de incursionar en la política, que sea por el bien del departamento.
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