Por: Andrés F. Zapata
El Quindío ocupa los primeros puestos a nivel nacional
A raíz de las últimas noticias relacionadas con capturas a abusadores sexuales en distintas zonas del departamento del Quindío las autoridades prenden las alarmas y hacen un llamado a la ciudadanía, para que hagan las denuncias respectivas cada vez que se tenga el indicio de que casos como estos se estén presentando.
A pesar de que nuestro departamento cuenta con numerosas virtudes tanto naturales como culturales que lo hacen resaltar por encima de los demás a nivel nacional, es de reconocer que así mismo son muchos los puntos negativos que hacen de este pequeño territorio, un paradójico inmenso espacio en el que accionan ampliamente distintos hechos delictivos que avergüenzan a la ciudadanía en general.
Uno de estos actos criminales es el relacionado con el abuso sexual, mucho más grave si se presenta en contra de menores de edad, tanto niñas como niños que en medio de su inocencia y su imposibilidad de defenderse, son engatusados, chantajeados u obligados a satisfacer las necesidades de enfermos que solo merecen el más contundente y efectivo peso de la justicia.
A nivel nacional, el Quindío se encuentra entre los cuatro primeros departamentos en donde se registran más números de casos de abuso sexual contra menores de edad anualmente, con cifras deshonrosas que han ido creciendo año tras año por falta de leyes que condenen severamente estos hechos, así como por la falta de entidades públicas y privadas que se encarguen de brindar apoyo a la víctimas.
Tan solo en el año pasado se registraron cerca de 400 casos de abuso sexual en menores de edad en el territorio quindiano, siendo esta la mayor de las cifras presentadas en toda la historia del departamento. Este número, suministrado por Medicina Legal, demuestra distintas situaciones que van desde la descomposición social y familiar que se vive internamente en el departamento, pasando por la prostitución infantil, hasta la falta de castigo por parte de las autoridades contra quienes cometan actos como este.
Risaralda, vecino nuestro, es otro de los departamentos que junto con Meta y Amazonas nos acompañan en esta penosa y despreciable lista de los principales departamentos en donde se cometen más casos de abuso sexual contra menores de edad, esperando que desde el gobierno nacional se planteen certeras estrategias que logren disminuir notoriamente este flagelo.
A nivel local, es de mencionar que ni el departamento, ni los municipios cuentan con el presupuesto necesario para invertir en la lucha frontal contra este problema, estando casi que condenados a que las cifras sigan en crecimiento.
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