Por: Andrés F. Zapata

Víctimas de nuestra propia suciedad

Multas y castigos para incultos que llenan de basura la ciudad

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A pesar de que el clamor general de la ciudadanía a través de diversos medios de comunicación de la región ha sido el de mejorar la fea imagen que se percibe a razón de la proliferación exagerada y descontrolada de basuras, nada contundente se ha podido lograr por parte de la administración municipal y las entidades responsables de la limpieza y orden en la ciudad, teniendo en cuenta que se han desarrollado estrategias y proyectos que buscan soluciones, pero que hasta ahora nada ha sido suficiente, siguiendo con un problema que aumenta.

Han sido numerosas las ocasiones en las que en esta misma sección de nuestro periódico hemos hablado acerca de varios puntos dentro de la ciudad que no tienen control ni solución alguna al respecto, siempre con la intención de por fin se tomen cartas contundentes en el asunto que permitan de una vez por todas impedir el brote de suciedad que acecha la urbe en todas sus direcciones.

Por lo general hemos hablado de la zona céntrica de la ciudad, pues lógicamente es la más visible y la que de una u otra forma nos afecta más a todos, pero lastimosamente los barrios no se quedas atrás de este problema, pues la falta de cultura de la personas y el poco sentido de pertenencia hacen que sea en ocasiones, gran parte de la comunidad la que contribuye indiscriminadamente al aumento del problema.

Uno de los barrios que vive entre la basura por así decirlo, es Bosques de Pinares al sur de la capital quindiana. La desagradable e impresionante situación que se aprecia en la gráfica se repite casi que manzana tras manzana dentro del mismo barrio. Día y noche la situación es la misma y el problema se combina con el tema de salubridad pública, pues los malos olores, las aves de rapiña y los roedores se han convertido en parte del paisaje.

Muy vergonzoso el problema, pues en vez de ser nosotros mismos, los ciudadanos, quienes nos encarguemos de cuidar y proteger nuestro entorno, poco o nada hacemos y por el contrario propiciamos todo para que la ciudad, nuestra ciudad empeore.

La administración municipal y las autoridades encargadas deben por todos los medios de ejercer presión e imponer multas y castigos a quienes sean sorprendidos ensuciando la ciudad. Lastimosamente es la única forma de aprender.

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Invasión delictiva

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Luego de los contundentes golpes que las autoridades policiales desde la capital de la república han dado a las denominadas ollas en el sector conocido como “El Bronx” dedicadas al expendio ilícito de estupefacientes y un sinnúmero de crímenes, pareciera como si el tema se hubiera puesto nuevamente de moda en la ciudad de Armenia.

Y menos mal está dando de qué hablar otra vez, pues era completamente necesario que se le pusiera la atención que requiere, ya que podrá no ser el monstruo delictivo que se está desarticulando en Bogotá, pero lo que existe en la denominada Boca del Túnel en Armenia y sus alrededores está por ahí cerca y es oportuno que la administración municipal en cabeza del señor Carlos Mario Álvarez y las autoridades locales, enfilen todas sus energías en contra del microtráfico, principal maniobra criminal que se lleva a cabo allí.

Ya lo dijo el señor alcalde, “esas ollas pequeñas que hay en Armenia las vamos a desarticular”. No se puede permitir que una zona de tanta afluencia y tan céntrica de la ciudad se deteriore cada vez más. La indigencia, drogadicción, prostitución, sicariato, hurto y demás actos delictivos no pueden seguir surgiendo de este punto y continuar como si nada.

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Denuncia ciudadana.

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Una lectora de nuestro periódico nos envía esta imagen, en donde se aprecia como esta palma que se encuentra sobre vía pública al frente de Bavaria tiene varias ramas a punto de desprenderse, poniendo en riesgo permanente a transeúntes y vehículos que circulan por el lugar.

Dice la denunciante que ya se han quejado a las autoridades responsables pero hasta ahora nada se ha hecho para solucionar la situación.

Se espera que próximamente y con el fin de evitar problemas mayores, este tema pueda ser subsanado.

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Por EL EJE