El equipo de Armenia se mantiene entre los ocho mejores del año. Sus últimos éxitos le permiten soñar con ser uno de los finalistas y aspirar a recuperar su categoría en la primera línea. Aunque su fútbol no es convincente, está en la pelea.
Por: Cristian Marín Zuluaga
Deportes Quindío ha logrado mantener a lo largo de este semestre su producción en cuanto a los dígitos, permitiéndole dar pasos lentos pero seguros en el bloque de ocho equipos que a final de temporada van a combatir entre ellos para conseguir los dos pases de ida hacia la primera división del fútbol colombiano.
El domingo en el Centenario Quindío desentonó, sin embargo a pesar de su pobreza futbolística, sacó los tres puntos que a esta altura del campeonato poco importa cómo se pueden conquistar, ahora la premisa del milagroso, es puntuar y acumular en la tabla para no quedar por fuera del diálogo, tal cual sucedió en la temporada 2015.
Hoy el elenco de Armenia se acomoda en una posición inmejorable. Sus 39 puntos lo ubican en la quinta plaza del rentado, permitiéndole al plantel habitar con la tranquilidad y no con la incertidumbre de otros meses, donde el pánico, la zozobra y la desesperanza se habían apoderado de la afición.
Ya se ha consumido un poco más del 75% de la fase regular del campeonato, lo que empieza a marcar una tendencia a falta de cinco juegos para culminar el primera camino hacia el ascenso.
Quindío el próximo fin de semana visita a Tigres F.C., equipo sin posibilidades pero con ganas, convirtiéndolo en un rival de cuidado donde se deberá enfatizar en la planificación para continuar con la racha de resultados favorables que hoy tiene dentro de los ocho al equipo de la tierra.
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