Cada vez que el Nevado del Ruiz registra fracturación de sus rocas y emisión de ceniza circulan cadenas de mensajes y fotografías con retoques digitales, pese a que la actividad volcánica del cráter es continua desde hace seis años.
Por ello, para no generar pánico, el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Manizales (OVSM) y algunos medios de comunicación locales contrarrestan la desinformación mostrando videos e imágenes captados a través de la Red de Vigilancia, conformada por 160 estaciones.
Al respecto, el profesor y geotécnico Gonzalo Duque Escobar –vinculado a la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Manizales– señaló que después del terremoto del pasado 16 de abril en Ecuador (de 7,8 grados de magnitud en la escala de Richter) que dejó 669 víctimas mortales, y luego, con las sacudidas del sismo de origen volcánico del 9 de octubre que se sintió en Manizales, la población está temerosa por la incertidumbre de los acontecimientos.
La columna de humo que suele cubrir el nevado, escena que se volvió constante y viral en Internet, es utilizada por algunas personas para difundir alarmas sobre la supuesta peligrosidad de la situación.
“A diferencia de lo ocurrido hace más de tres décadas con Armero, el Estado colombiano, consciente de la necesidad de mitigar el riesgo por la amenaza volcánica, y de implementar la gestión del riesgo frente a otras amenazas como sismos y eventos hidrogeológicos y climáticos, creó el OVSM. A este se suman la Red Sismológica Nacional de Colombia y la Oficina Nacional para la Atención de Emergencias del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, con lo cual se ha consolidado el Sistema Nacional de Atención y Prevención de Desastres, de gran capacidad y proyección.
El OVSM informó que durante los últimos meses la deformación volcánica –medida a partir de inclinómetros electrónicos, sistemas satelitales de navegación global e imágenes satelitales para determinar cambios en la inclinación, posición y forma del volcán– continúa registrando un proceso inflacionario y pulsos intermitentes de inflación/deflación asociados posiblemente con emisiones de gases y ceniza.
“El volcán sigue emitiendo a la atmósfera cantidades importantes de vapor de agua y gases, entre los que se destaca el dióxido de azufre, como lo demuestran tanto los valores obtenidos por las estaciones instaladas en el área del volcán, como el análisis de imágenes satelitales”, registró el OVSM.
Para el docente Duque, con ayuda de esa tecnología se puede prever una erupción de importancia con algún grado de acierto, como hizo Ingeominas en 2007 en el caso del volcán del Huila, cuando logró anticipar la ocurrencia de flujos de lodo catastróficos asociados con la erupción de dicho nevado, pese a las naturales limitaciones que imponen la ciencia y la tecnología, permitiendo alertar a varios miles de habitantes de las poblaciones ribereñas de Belalcázar, Inzá y Tesalia, quienes se aseguraron en la parte alta de la montaña.
Este macizo volcánico, que se eleva a 5.364 metros sobre el nivel del mar, continúa inestable, con actividad sísmica que surge a partir de la fracturación de roca en su interior.
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