Entre risas, juegos y recocha los niños de Armenia disfrutaron del primer día de la Feria de la Alegría. Una tierra de inflables gigantes, localizada junto al estadio Centenario, en la que tienen permitido brincar, escalar, deslizarse, gritar y gozar, todo eso y más sin pagar un solo peso.
Un regalo que la Alcaldía de Armenia, por medio del liderazgo de la gestora social, Luz Patricia Loaiza Cruz, les da para celebrar su existencia, valorando su espontaneidad, aclamando su inocencia y recordando que junto a ellos crece y se construye la ciudad que todos queremos.
La lluvia, que acompañó en gran medida la primera jornada, más que un inconveniente se convirtió en un cómplice de la diversión. A ninguno le importó la ropa empapada, ni el barro. Al contrario, les dio una razón más para no pensar en el qué dirán.
Toboganes, brinca-brinca, toro mecánico, cancha de espuma, laberinto y esferas gigantes son, entre otras, las atracciones disponibles y que serán visitadas por los estudiantes de las diferentes instituciones educativas oficiales de la capital quindiana.
La feria estará abierta hasta el próximo domingo, disponible para todos los niños de Armenia entre las 8 a. m. y las 6 p. m., nadie debe pagar un solo peso y si no tienen la boleta pueden reclamarla a la entrada, esta incluye el derecho para ingresar a 7 atracciones, el refrigerio y un algodón de azúcar para cada niño.
Fruto del esfuerzo y el liderazgo compartido
La Feria de la Alegría no le costó un solo peso a la ciudad. Gracias a la confianza que genera el gobierno del educador Carlos Mario Álvarez Morales, la Gestora Social convenció a la empresa privada y a voluntarios independientes para que apoyaran con la logística y patrocinaran el evento.
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