El Deportes Quindío ultima detalles de cara a lo que será la temporada 2018, donde una vez más el gran objetivo del plantel es recuperar el rotulo de primera división, el mismo que se perdió en noviembre del 2013.
Por Cristian Marín Zuluaga
El cuadro de Armenia presenta algunas caras nuevas, jugadores de mayor trayectoria los cuales tendrán la obligación de liderar un vestuario desalmado, un camerino sin carácter que opta por esconderse en los momentos donde aparecen las verdaderas definiciones.
Los “refuerzos” para este año están encabezados por el volante antioqueño Juan Estaban Ortíz. El popular ‘ganiza’ regresa a un equipo profesional tras haber estado un largo periodo en busca de una institución. Ortíz podría ser un acierto, tiene galones y siempre ha demostrado ser rendidor.
Otra de las novedades para esta temporada es la vinculación de un hijo de la tierra como Miguel Vargas. El portero cuyabro se viste por primera vez con la camiseta de su departamento luego de lucir casacas como la del Pereira y el Cúcuta Deportivo. El meta ya tiene recorrido en la segunda división y ese rodaje puede pesar en el vestuario.
Además de Vargas y Ortiz, se han sumado Wilmer Palacios y Pablo Escobar. Palacios de fugaz paso por Cartagena regresa al milagroso para fortalecer la banda izquierda. Entre tanto Escobar buscará un puesto en la pareja de centrales.
El uruguayo Pablo Ramiro Betancourt también se unió a los trabajos del equipo cafetero. El charrúa de 28 años viene a probar suerte a Colombia por primera vez.
El Quindío ha desarrollado sus trabajos de pretemporada sin novedades. El cronograma se realiza tan cual se planificó incluyendo una serie de partidos amistosos para encontrar el equipo tipo durante el 2018.
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