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Hospitales del Quindío siguen padeciendo

La crisis de la salud continúa golpeando al departamento.

Los hospitales en el departamento del Quindío siguen padeciendo por cuenta de la crisis económica en que los sumergieron las EPS por la falta de pago de sus obligaciones, lo que ha afectado a la ciudadanía.

Uno de los casos más críticos se vive en el municipio de Calarcá, donde el hospital La Misericordia ha estado a punto de cerrar sus puertas debido a su precaria situación.

El tema es complejo y merece toda la atención de las autoridades, pues allí son atendidos los habitantes no sólo de Calarcá, sino también de los municipios de la cordillera, entre ellos Génova, Pijao y Buenavista.

Las soluciones para estas problemáticas no se ven cerca y es fundamental que el Gobierno Nacional tome cartas en el asunto, pues de lo contrario serían muchos los afectados, en especial la población infantil.

Las EPS continúan de esa manera causando un enorme malestar en el país, pues por su negligencia e inoperancia han vestido de luto a un sinnúmero de familias, cuyos lamentos se escuchan por toda Colombia, sin recibir una respuesta efectiva.

¿Qué pasará en Calarcá? Sus funcionarios administrativos continúan realizando las gestiones ante las EPS en busca de que se pongan al día con sus obligaciones, pero la respuesta que reciben no es la esperada. La cartera morosa supera los $11 mil millones.

En Armenia, el hospital San Juan de Dios, el mejor dotado del departamento, vive su propio drama, pues en 2017 su déficit fue de $6.500 millones, pero de una u otra forma ha sabido sortear las dificultades para responderle a la población que día tras día visita sus instalaciones en busca de un servicio óptimo.

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