Este viernes hace ocho días, quien escribe le tocó concurrir a una cita prioritaria generada por una permanente rinorrea. Llámese flujo nasal. Acompañado de una fuerte diarrea, un profundo dolor en la zona inguinal y un dolor en el costado izquierdo, que me venía afectado desde días atrás y, ante la imposibilidad de conseguir una cita urgente, recurrí a una cita prioritaria el viernes a las cinco en la tarde. La atención de la empresa Sura en agendar la consulta fue oportuna, pero al llegar al consultorio me encontré, que a criterio de la profesional de la medicina que me atendió, no era urgente, ni necesario. A lo cual le respondí respetuosamente que yo era un hombre adulto mayor y que, tanto la rinorrea como la diarrea, me preocupaban considerablemente. Ella no dudó en repetirme que los síntomas no ameritaban una consulta prioritaria. La situación del mundo, incluso los llamados del Ministerio de Salud en caso de algún síntoma, me llevó a exigir una oportuna atención acatando las sugerencias emanadas desde el gobierno. El ambiente en el consultorio era tenso. Con el correr de los segundos la doctora fue aumentando el tono y con muy poco tacto desconoció el estado en el que me encontraba. Observando su negligencia decidí responder recordándole mis derechos legales en materia de salud. La señora mantuvo su posición, indicándome que asumiera la decisión que consideraba prudente, mejor dicho, me retó, provocando una reacción más fuerte de mi parte, señalándole que si como ciudadano no me atendía, como periodista haría la respectiva denuncia.
El famoso video
Al salir del consultorio la puerta sonó estruendosamente, pues la doctora, con algo de ira, la lanzó a mi espalda, situación que detonó mi airada reacción frente a los mismos funcionarios de la entidad que se encontraban allí y quienes fueron testigos de lo sucedido. Al abandonar la sede de Sura, al sur de Armenia, y durante cinco minutos, medité sobre lo sucedido, determinando grabar un mensaje dirigido por las redes, sin el deseo de ofender o agredir a persona o entidad alguna, pues a lo largo de mi existencia he recibido bendiciones y excelentes atenciones, primero del Seguro Social, luego de Salucoop y ahora de Sura, entidad de la cual no tengo un solo reproche.
La razón del video
Varios puntos me llevaron a presentar el famoso video hoy visto por miles de personas. Algunos han defendido mi situación y otros me han atacado. Cuando grabé y proyecté el mensaje, lo hice por razones esenciales, pensando en denunciar los cientos de casos que se presentan diariamente y se asimilan al mío esgrimiendo: “su cita no es urgente, no es prioritaria señor”. A cuantas personas las han despachado por esta clase de respuestas de un consultorio y luego se agravan e inclusive, mueren, pues la cita no es necesaria a juicio de un médico. Considero que un médico debe ser amigo, respetuoso, serio y responsable al momento de responder sin necesidad de enfrentarse al paciente. La virtud de un médico es defender prioritariamente al paciente, escucharlo y evaluar sus signos clínicos para tener la mejor conclusión de quien lo visita. En la reacción como paciente, exige mis derechos, lo que me llevó a firmar el documento que circula en las redes con un solo propósito, evitar que casos como estos se repitan a cada momento, fundamentalmente en estos instantes de crisis.
La reacción de Sura
Al regresar a mi residencia con mucha preocupación, recibí sobre las siete en la noche una llamada de la Directora Científica de Sura, quien una vez se identificó, me invitó de inmediato a ser atendido por un nuevo médico para evaluar mi situación clínica. La doctora escuchó mis motivos y las causas que me impulsaron a presentar el video y, efectivamente el sábado, volví a ser valorado oportunamente por el médico Frank Tombe, galeno de grandes virtudes. He sido su paciente e en muchas ocasiones y conoce de mi salud, mi personalidad. Desde ese momento he recibido el tratamiento y la atención correspondiente.
La sorpresa
Pero definitivamente las redes se convierten en un arma de doble filo. El video se viralizó para bien o para mal. Miles de visitantes defendieron mi situación, pero otros me han agredido, hecho que respeto. Por las mismas redes me enteré que Sura había dispuesto el retiro de la funcionaria de la empresa, lo que originó de inmediato que me comunicara con la Doctora Natalia Estrada. La Directora Científica me detalló las razones que provocaron la decisión de la empresa argumentando que el caso había sido evaluando meticulosamente partiendo de mi denuncia, examinando el concepto de la profesional y de los funcionarios que a esa hora se encontraban allí. Una vez se evaluó cada uno de los testimonios, las directivas asumieron la lamentable decisión. Debo confesar que nunca espere esa reacción de la entidad, puesto que nunca había tratado a la profesional, era la primera vez que me atendía y no tenía razón alguna para yo pedir su destitución, no soy nadie, simplemente un adulto mayor que esperaba una oportuna y respetuosa atención como siempre me ha sucedido en Sura, pues debo de reconocer que desde el vigilante, quienes están en el cubículo de atención, portería, enfermeras, médicos y personal administrativo, me ha atendido puntual y respetuosamente. Fue la decisión de la entidad, no de nosotros. Desconozco si hubo otros motivos. He querido relatar todo este episodio pues mi objetivo es, he insisto en ello, evitar que casos como el mío se repitan, reiterando que un médico debe ser un amigo respetuoso, presto a escuchar a su paciente, evaluar su cuadro clínico, evitar respuestas duras que puedan minar la condición del paciente. Ustedes podrán seguir juzgando, injuriando o agrediendo. Siempre he sido respetuoso como ciudadano y periodista. Quienes me leen, visitan y escuchan, saben de mi personalidad. Doy la cara, hablo de frente con valor y civismo y no soy de los que salgo corriendo a camuflarme en seudónimos, escondiendo mi identidad como una vil rata, no, no soy de esa clase. Asumo la confrontación cuando se hace con altura y argumentos. Para los que atienden y comparten mi situación, infinitas gracias, para los que me cuestionan creyendo herir mi personalidad, solo bendiciones, Dios es justo y sus tiempos siempre serán perfectos.
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