Esta vez no fue la violencia ejercida por otra persona lo que cegó la vida del joven, la violencia de una descarga eléctrica acabó con sus sueños.

Juan Manuel Peláez Vargas de 16 años de edad se encontraba en la finca  la Molienda, ubicada en la vereda Baraya de la localidad, allí disfrutaba con su familia del campo y los beneficios y tranquilidad que la zona cafetera brindan.

Como siempre Juan Manuel llegó al palo de mango ubicado en el predio y como era costumbre quiso bajar algunas frutas, sujetó con sus manos la vara metálica y al tratar de coger el mango alcanzó una línea de alta tensión de 220 voltios, hecho que originó una gran descarga eléctrica terminando con la vida de manera instantánea del joven montenegrino.

Su cuerpo quedó tendido en el predio hasta donde llegaron las autoridades para realizar el levantamiento del cadáver; un joven más que pierde la vida en un hecho absurdo donde su deseo por una fruta le jugó una mala pasada terminando de manera trágica y fugaz su existencia.

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Por EL EJE