A raíz de lo sucedido en abril de 2023 con el colapso del puente El Alambrado, se generó una alarma nacional con el estado de todos los puentes del país por lo que, desde la Alcaldía de Armenia, se determinó la necesidad de gestionar recursos para adelantar un proceso de consultoría en el puente La Florida por un valor superior a los $230 millones que se llevó a cabo en el mes de octubre, con el fin de conocer a detalle el estado estructural del puente y así poder emitir un diagnóstico y una propuesta de saneamiento.

Para esta vigencia, la secretaria de Infraestructura, Claudia Arenas, informó que la Administración Municipal de James Padilla García ya cuenta con el recurso para realizar una inversión de $1.300 millones en el proceso de mantenimiento de este importante corredor vial y que se dividirá en dos fases.

La primera parte de este contrato, que se encuentra en etapa pre contractual, será entre obra e interventoría y se espera que en los próximos días se pueda dar el proceso de contratación para iniciar con los trabajos en el mes de abril.
Con la intervención, que tendrá una duración de cuatro meses, se pretende reforzar la soldadura de todo el puente en cada una de sus uniones, recordando que esta construcción es 70% estructura metálica y 30% estructura en concreto. Además, se reemplazarán por recomendación del diagnóstico, dos elementos que presentan corrosión, se corregirán humedades en los estribos, se realizará mantenimiento a las juntas de la losa de pavimento y se pintará toda la estructura del puente.

Para la realización de las obras correspondientes a la primera fase, el mes de abril estará totalmente cerrado el puente, por lo que desde la Secretaría de Infraestructura, junto a Setta, se estudia la posibilidad de generar un par vial en la Curva del Diablo y la calle 10 con el fin de que una de las dos vías puedan contener el tránsito de vehículos en sentido Calarcá – Armenia y otra, el sentido Armenia – Calarcá, lo cual implica un mantenimiento parcial de la Curva del Diablo, “es una vía que requiere una atención, por eso estamos preparando una mínima cuantía para atender unos sectores puntuales y poder habilitarla con unos mínimos requeridos para poder dar solución a la contingencia vial que se presentará con el mantenimiento del puente”, afirmó la líder de la dependencia.

La segunda fase de este contrato será un estudio de vulnerabilidad sísmica que se pretende ejecutar con la Universidad del Quindío y que permitirá realizar un reforzamiento estructural del puente para actualizarlo a las normas y condiciones que debería tener en este momento, teniendo en cuenta que es una construcción de la década de los 60 en la que las normas y otros factores, como capacidad de carga y volumen de vehículos que transitan por el lugar, son diferentes al día de hoy.

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Por EL EJE