La sequía causada por el fenómeno de El Niño ha afectado gravemente los embalses del país, que son la principal fuente de generación de energía eléctrica. El volumen de agua se ubica en 49,3%, muy cerca del nivel crítico que podría generar racionamientos.
El país atraviesa una situación crítica por el fenómeno de El Niño, que se manifiesta con una disminución de las precipitaciones y un aumento de las temperaturas. Esto ha generado una reducción del nivel de los embalses que proveen la mayor parte de la energía eléctrica.
De acuerdo con el último informe de XM, el operador del mercado eléctrico, el volumen de agua de los embalses del Sistema Interconectado Nacional está en 49,3%, muy lejos del nivel óptimo para asegurar el suministro de energía.
Los embalses más afectados por esta situación son los de la región de Oriente, que comprende los departamentos de Santander, Casanare y Arauca, y cuyos niveles están en 33,35%. Esta región contribuye con el 12% de la generación hidráulica del país.
En cambio, las regiones que aún se mantienen por encima del 50% son Antioquia (52,6%), Centro (53,27%), Valle (56,59%) y Caribe (67,35%). No obstante, estas cifras también son alarmantes, pues evidencian una tendencia a la baja debido a la falta de lluvias.
Esta situación se explica por la caída de los aportes hídricos, es decir, la cantidad de agua que ingresa a los embalses del Sistema Interconectado Nacional. El 17 de febrero, estos aportes se situaron en 56,4%, por debajo del promedio acumulado del mes (71,6%) y de la media histórica (128,80%).
Ante este escenario, el exministro de Minas y Energía, Diego Mesa, hizo un llamado a la responsabilidad de todos los agentes del sector eléctrico, pues los efectos de El Niño aún no cesan y la confiabilidad del servicio debe ser prioritaria.
¿Estamos cerca del nivel crítico?
Para el analista Julio César Vera, presidente de la Fundación Xua Energy, que los embalses estén por debajo del 50% genera preocupación, aunque no es el nivel más crítico, que es el que se alcanza por debajo del 35%. Sin embargo, advirtió que si el fenómeno de El Niño se extiende, se podrían presentar racionamientos de energía, como ocurrió en 2016.
“Lo que sí es cierto es que muestra que El Niño está en pleno desarrollo y la generación térmica, así algunos la quieran tachar, señalar o desprestigiar, es fundamental para garantizar el balance y la seguridad energética del país en estos momentos, donde tenemos menos aportes hídricos y la sequía continúa. Por supuesto que esto se refleja en mayores precios en bolsa, donde hemos tenido precios fluctuando entre los $500 y los $700 kWh”, explicó Vera.
Y agregó que, “afortunadamente, el país cuenta con una oferta diversificada en la generación de energía, a través de la energía hidráulica, las fuentes no convencionales en desarrollo y la generación térmica con gas y carbón, que se debe utilizar y aprovechar responsablemente, y sin descartar innecesariamente ninguna de ellas, dado que en su conjunto son claves para garantizar la sostenibilidad energética”.
Por su parte, Natalia Gutiérrez, presidenta de Acolgen, la asociación que reúne a los generadores de energía, afirmó en entrevista pasada con este diario que si bien el país ha enfrentado con éxito los pasados fenómenos de El Niño y se han dado las señales para que el parque generador esté preparado, no hay que bajar la guardia y hay que estar alerta, ya que “el sistema eléctrico se estresa y hay que supervisar que nada falle”.
Así pues, el fenómeno de El Niño representa un gran reto para el sector eléctrico y para el país en general, que debe adoptar medidas de ahorro y eficiencia energética, así como impulsar el desarrollo de las energías renovables, que son más limpias y menos dependientes de las condiciones climáticas.
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