Al decir del presidente Petro una de las principales causas del incumplimiento de los compromisos del gobierno son las «Agendas paralelas» de ministros y altos funcionarios que en lugar de atender sus funciones y responsabilidades gubernamentales han volcado su activismo en la ejecución de campañas electorales propias para acceder a cargos como gobernadores o senadores.
La afirmación presidencial cuadra perfectamente con las acciones del señor Harman, actual director de la Agencia Nacional de Tierras. Este personaje no tiene límites en ese sentido. Desde su llegada al cargo principal de la ANT su prioridad consistió en enganchar fichas del clientelismo politiquero de Villavicencio y los Llanos en la plantilla de esa entidad que tiene como misión adelantar procesos de reforma agraria integral. Se trata de miles de recomendados políticos de reconocidos gamonales del oriente colombiano. Nefasto este proceder. En las últimas semanas su salida electoral consistió en gastar más de 50 mil millones de pesos en propaganda y publicidad en los grandes medios de comunicación de la ultraderecha. Algo bochornoso y ultrajante dada la terrible crisis fiscal que carcome al gobierno en la actual coyuntura.
Harman con su agenda paralela debería estar por fuera del gobierno. Es lo que ha ordenado el presidente Petro.
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