La irrupción de la periodista Vicky Dávila en la política, arrastra un velo que trae consigo vetas de desasosiego e intranquilidad en las huestes rezagadas del Uribismo.

En la revista semana desde su llegada, no solo se tuvo el propósito de sus nuevos propietarios, de darle un giro editorial radical a su orientación ideológica, en cuanto requerían un reposicionamiento de las corrientes más conservadoras de sus periodistas y colaboradores, también el de arrastrar el bulto lleno de contrapesos y obstáculos contra el gobierno de Petro.

Victoria Eugenia Dávila Hoyos, conocida con el hipocorístico de Vicky Dávila, la que puso a cimbrar con sus devaneos, a las altas esferas periodísticas, sociales y políticas del país desde las trincheras dónde laboraba, era la persona idónea para dirigir el semanario. Llegó en el momento oportuno, cuando la izquierda Colombiana cogía fuerza en torno a la figura del Aspirante del pacto histórico, para poner un dique de fuertes espolones, y asi abstraer la opinión pública en favor de las hordas derechistas y ultragodas. Pronto los poderes económicos la tuvieron de palanqueta.

Tenía la inteligencia y el arrojo de enfrentar con valentía y cinismo, al otro poder que la democracia permitió con su disrupción en la política Colombiana, pronto su nombre se puso en boga en todos los mentideros de la república banana. Hizo ruptura de los moldes éticos del periodismo y pasó a una endemoniada oposición desde la revista a su cargo, ayudada por un séquito de opinadores de todas las vertientes, pero alejados de las doctrinas sociales de la izquierda o acomodados en la derecha (Como Aurelio Suárez) por el antipetrismo profesado.

La consigna entonces era desatar el delirio que disparara perdigones en todas las direcciones, desde fuentes reservadas, hasta las perversas anónimas, con tal de desmoronar el gobierno, sumando noticias falsas, o arropadas de falacias, hasta denuncias públicas contra el gobierno de turno. De toda la arremetida propuesta, no logró sus objetivos. Es menester decirlo, que una de las facetas esenciales de la prensa, es la denuncia de los hechos de corrupción y excesos de poder que suceden en este gobierno y en los anteriores, claro que en mayor proporcion, Pero hay que hacerlo con criterio, objetividad, sindéresis, profesionalismo e interés público, no con marrullas ni sesgos ideológicos. Tal vez Vicky Dávila, sabía el lodazal en qué estaba metida, todo adrede, con el fin de sumar creditos a sus ambiciones personales.

Se perdió una periodista y se ganó una demagoga, que pretende introducirse como una outsider en la derecha Colombiana, y es ahí donde está el quid del asunto, pretende aspirar con firmas su inscripción como candidata presidencial. Lo que ignora, es que son los mismos electores vencidos por el tiempo, las canas y las arrugas que votan por la derecha tirada a la ultra, pues pocos son los nuevos electores matriculados en esas vertientes.

Es en esos caudales sin nuevos nacimientos, dónde tendrá que abrevar toda la oposición, incluso los que se autoproclaman de centro, pero se intuye claramente por donde se desplazan las manecillas del reloj. La disrupción de Vicky desbarata los planes de muchos precandidatos que ruñen en el mismo hueso. Las primeras reacciones y temores nacen de la rodada Uribista con el advenimiento a las filas incipientes del Davilismo? O Vickismo? No sé cómo es más sonoro o estruendoso, de alfiles del expresidente Uribe como la dama Alicia Arango, quien jugó un papel importante en las campañas presidenciales de Uribe y Duque.

La pelea ya es por dentro. Las ninfas de Uribe le tienen más miedo a Vicky Dávila, que al mismísimo presidente Petro La otra ninfa del frondoso bosque político, María Fernanda Cabal, deslenguada y férrea defensora del Uribismo y la Ultra derecha, arremete contra Vicky Dávila, pues emprendió a toda máquina su acostumbrada agresión sectaria, a quien ya le mostró sus dientes y le saco las garras con visos de terror. María Fernanda Cabal, quien no suelta a Petro, ni para ir a la letrina, pero cuando notó que Vicky Dávila les ganaba de sobra a todos los Uribistas juntos según una encuesta de opinión contratada por un medio nacional, enfiló sus baterías contra la ex periodista, aupando su verborrea fascista contra su contradictora asida de la misma liana y fermentada con similar pócima.

En el juego ahora se bate la ex alcaldesa de Bogotá Claudia López, quien ataca desde todos los flancos contra quien fue su aliado a las presidenciales, ya perdió su compostura y agrede con iracundia, no se sabe por cual camino acumulará votos, con un mal llamado centro, que más parece una piara de porcinos, peleando por la misma cochera. Todas se miran de reojo, las mujeres son brutales entre ellas mismas, cuando de disputas se trata. Veremos en la contienda unas damas sacándonse los ojos como los cuervos, y peor si alguna se saca ventaja, como está sucediendo.

Y eso que apenas empieza a calentarse la hoguera. Seguramente todas caeran al fuego, y se quemarán, sin antes rodar por la chispa de la ignición!!. PUNTO FINAL El arribo de Alicia Arango a la campaña de Vicky, puso de cabezas a todos los aspirantes Uribistas. Uribe, como en las campañas anteriores, se ríe por dentro viendo la gazapera de sus buenos muchachos, en pleno ring electoral. Ya todo el mundo sabe cómo juega, y quién es su santificado para aspirar en nombre del centro democrático. Santos, Duque y el fracasado Fico Gutiérrez, conocen quien los ungió con el agua bendita del mesías!!

Por EL EJE