Diciembre 31 de 2023: Manizales está destruida. Aguas de Manizales, Invama, Instituto de Cultura y Turismo, Infimanizales, People Contact, Cable Aéreo, Erum, Emsa, Assbasalud, Ptar y Terminal de Transportes totalmente saqueados, inviables, endeudados, sin norte y al borde de la quiebra. La ciudad llena de obras inconclusas, desfinanciadas, desfalcadas, con anticipos embolatados y sus presupuestos en bolsillos de contratistas, secretarios, administradores y miembros de una mafia que durante los últimos cuatro años dilapidó y se apropió de lo nuestro.

¿Y qué decían las bodegas que hoy protestan por todo? ¿Les importaba acaso la tala de un árbol, la abundancia de indigentes, las basuras esparcidas, la oscuridad reinante, la ausencia de Estado, el caos vial, la movilidad atascada, los rotos en las calles, los parques destrozados, los bienes públicos derruidos, las obras abandonadas y la ciudad paralizada? ¿Se movían las redes ante la evidente corrupción y el descaro de los administradores del presupuesto público? ¡No!

Porque las bodegas eran pagadas precisamente por esa mafia y operaban a su servicio; porque su función era insultar y acallar las pocas voces que se levantaban para denunciar, amenazando de muerte a quienes poníamos en conocimiento de las autoridades las aberraciones cometidas; porque la corrupción se había apoderado de tal forma de nuestro municipio, que los órganos de control y de justicia se enceguecieron, provocando un cuatrienio de catastrófica impunidad. Porque esas bodegas hacían parte del engranaje oficial.

Agosto 1 de 2025: la ciudad tiene una cara nueva, los cambios son evidentes, el progreso es tangible, las inversiones se palpan, y se logró el rescate de los entes del municipio. Y aparecen nuevamente esas bodegas, pero esta vez para fustigar las acciones y ensombrecer las obras. Pululan acusaciones infundadas, anónimas y cobardes tratando de opacar lo construido, pues saben que el triunfo de la administración Rojas, significa el entierro definitivo de un proyecto político izquierdista que nació del espectáculo, la parafernalia, la mentira, la infamia y el engaño. Un proyecto que llegó al poder, se enriqueció, acabó con la ciudad y terminó ahogándose en su propio estiércol. ¿Vamos a dejar que nos sigan destruyendo? ¿Les vamos a permitir que generen caos y detengan nuevamente el crecimiento de Manizales?

Hoy los mensajes de perfiles falsos que utilizan la mezquindad como plataforma política, arrojan una estela de estupidez por lo evidentes, y su origen es claramente identificable. Son de los mismos que defendieron lo indefendible durante la administración Marín, solo que esta vez con instrucciones de destruir. Tienen nombre propio y está plasmado, además, en las protestas a las que asiste un menguadísimo número de sindicalistas, gestores de paz y activistas de otros barrios, mientras en la propia localidad el respaldo a la administración es inmenso, masivo y verificable.

Manizales necesita movilizar sus fuerzas vivas para frenar esta amenaza de destrucción que se cierne desde una izquierda corrupta, que parece reclamar como suyo lo que desangró con descaro en el pasado reciente. ¡Manizales nos necesita!

 

Por EL EJE