Un partido político es una asociación organizada de ciudadanos que comparten una misma ideología, principios y objetivos al cual nos asociamos, para que, a través de la elección democrática de sus líderes, puedan implementarse los mismos dentro de un estado, en beneficio común, de donde se desprende que su existencia obedece a la organización política a la que se someten todos sus miembros, puliendo las ideas en una sana discusión para ejecutarlas en beneficio colectivo.
En Colombia estos partidos no existen, o si existen con raras excepciones, su ideología principios y objetivos quedan plasmados en estatutos o normas convirtiéndose en letra muerta, pues los intereses personales están por encima de los intereses tanto del partido como de la comunidad en general, hasta el punto que existen dueños de este tipo de organizaciones y vasallos que cumplen sus instrucciones al pie de la letra, escogidos para robar o lucrarse, menos para beneficiar a sus electores, logrando su objetivo a través de liderzuelos que por un puestico o prebenda engañan a la comunidad para que voten por el esbirro, usando la plata que a Usted le han robado entregada por ellos y de la que también se benefician dichos liderzuelos, convirtiéndolas en organizaciones criminales, creadas, más para negociar avales que para buscar el servicio comunitario en un claro concierto para delinquir, a las que han llegado individuos, que camuflados, crecen esa votación a través de los incautos que les creen.
Los llamados líderes que la integran, plasman en sus discursos a través de falsedades, sus posiciones personales emulando las del partido que nunca se cumplen y, quienes los escuchan y siguen, lo hacen, no por que sea una ideología del partido, sino por las frases mentirosas del candidato de turno, hasta cuando llega la elección, a partir de la cual empiezan a saciar sus apetitos personales, a través de la corrupción, robando los recursos de quienes los eligieron.
Lo triste es que usted siendo un ciudadano honesto, trabajador, luchador por su familia, caiga apoyando este tipo de organizaciones, sin darse cuenta que al votar por el bandido o por quien logró el aval, también lo hace y contribuye al crecimiento de esa organización de criminales que alcanzan alcaldías, gobernaciones, concejos, asambleas, cámaras, senados, la presidencia o vicepresidencia de la república, y aquí es donde debemos analizar al depositar confiadamente nuestro voto en que tipo de organización está el candidato de nuestras preferencias, utilizando aquel dicho popular de que al alcalde quien lo ronda, para que después no nos quejemos de qué tipo de lideres son los que se nombran en los cargos, desde una organización de esta clase, que terminan diciendo que es mejor tener una alcaldía que un viaje de coca a los Estados Unidos.
Es aterrador como pueblos azotados por la violencia dado este tipo de comportamientos, no reaccionen y sigan votando por candidatos afiliados a “partidos” que son una vergüenza para Colombia y el mundo, donde los líderes nombrados para administrar, hoy están huyéndole a la justicia, solicitando asilo donde hay gobiernos electos con igual o similar procedimiento, que utilizan la diferencia entre ricos y pobres para sembrar odio entre unos y otros, y, con discursos veintejulieros les clavan la puñalada por la espalda, haciendo todos los días más crítica y difícil la situación económica de personas honestas, en beneficio de sus apetitos personales.
EL PAIS CAMBIA CUANDO USTED ASUMA SU RESPONSABILIDAD DE VOTAR A CONCIENCIA Y NO POR PREBENDAS O ENGAÑADO POR ALGUIEN QUE DICE SER TU AMIGO O QUE TE VA A FAVORECER, CUANDO HACE PARTE DE UNA ORGANIZACIÓN CRIMINAL, QUE SE PARECE A UN PARTIDO; NO CONTRIBUYA CON SU VOTO A QUE CREZCA.