Germán-ChicaGermán Chica y su vertiginoso ascenso al mundo del poder, el dinero y los lujos 

Afirman personas cercanas a Germán Chica, que su vida dio un viraje después de entrar de lleno al gobierno de Juan Manuel Santos. Pasó, por ejemplo, a vivir en una lujosa casa en el exclusivo condominio Bosques de Medina, en los cerros nororientales de Bogotá.

Según los entendidos, una propiedad como aquella donde pernota el funcionario público puede llegar a costar dos millones de dólares. Además, Chica comenzó a hacer alardes -delante de sus conocidos- de haber adquirido otro lujoso apartamento por el mismo sector. Así mismo, empezó a dejarse ver en carros de alta gama: como una camioneta último modelo marca Range Rover; un automóvil Mercedes Benz; y otra camioneta Ford. Apenas, hasta hace poco y después de intentos fallidos, fue aceptado como socio en el hermético Club Guaymaral, tras tocar varias puertas de recientes miembros porque muchos de los viejos se negaban a darle la entrada. Quizá su gusto por el arte, pues se sabe asiste a las mejores galerías del mundo para tratar de adquirir costosas obras, mejoró su relación con la gente del club.

La pregunta que hoy muchos se hacen es: ¿cómo un funcionario del gobierno Santos ha podido ostentar semejante vida de millonario? 

Chica llegó a la política como secretario del Partido Liberal, donde renunció en el año 2003 por un altercado con Piedad Córdoba. De origen risaraldenese, en el año 2004 fue llevado a la secretaría de Hacienda de ese departamento por el gobernador Carlos Alberto Botero. Todavía muy joven, en el año 1994, ya había estado encargado de la coordinación de juventudes de la Fundación Buen Gobierno, donde conoció a Juan Manuel Santos, creador de la misma; pero, además, a influyentes personas de aquel centro de pensamiento. Años más tarde, el entrador Chica, fue tejiendo su ascenso hasta llegar a formar parte de las filas del recién creado Partido de La U, donde coordinó la campaña para las elecciones legislativas en el año 2006.

Un año después, aún sin nombre en la política, el arriesgado Chica se lanzó a la gobernación de Risaralda, fungiendo ser la continuidad de su antiguo jefe. Sin embargo, se quemó. Así las cosas, inició algunos estudios en planeación urbana y regional.  Un poco después salió del país. Según el propio Chica, se dedicó a trabajar en la asesoría de campañas políticas en países como Estados Unidos, México, Honduras y Ecuador.  En 2010 volvería a su casa de Buen Gobierno, para coordinar la estrategia política de la candidatura presidencial de Juan Manuel Santos, y fue ahí donde entró a jugar el nombre del  polémico venezolano J.J. Rendón; todo indica que Chica, según Óscar Iván Zuluaga, fue quien llevó a Rendón a la campaña política y creación del Partido de La U.

Premiado por sus logros,  entró a trabajar en una invención del gobierno Santos: la Alta Consejería Política. En las oficinas del Palacio de Nariño, tuvo la suerte de iniciar el compadrazgo entre la Presidencia y los senadores, representantes, gobernadores, alcaldes, y hasta concejales de todas las regiones del país. En sus manos recayó la atractiva misión de recibir las peticiones de los polítiqueros del país; verificar los puestos y documentar todos y cada uno de los cargos que se les entregaban, para después cobrar el favor recibido. Dentro del ‘Computador de Palacio’ y de documentos impresos que obtuvo Las2Orillas, se encuentra la firma de Germán Chica, en los procesos de “selección” que se ejecutaban desde su oficina. De igual manera se registra su trabajo con los congresistas para repartir la multimillonaria mermelada de contratos y proyectos, bajo el polémico eufemismo de ‘cupos indicativos’.

Aquella maestría en lobby más tarde le traería sus frutos. Hace dos años, a Chica se le encargó la dirección de la Federación Nacional de Departamentos; aquel puente entre los gobernadores y los jugosos recursos que el gobierno destina para las regiones. Las fragancias del poder comenzaron a sentirse. El joven risaraldense de cierto modo ha tenido injerencia en el manejo en la escandalosa suma de 16 billones de pesos (más de 8 mil millones de dólares), a través de un modelo de gestión al que se le llamó ‘Contratos Plan’. Lo confesó el mismo Chica en entrevista con el diario El Tiempo donde literalmente dio a conocer el dinero a ejecutar: “Los contratos que se suscribirían en 2013 podrían superar los 10 billones de pesos. Los suscritos en 2012 sobrepasaron los 6 billones”, aseveró el funcionario. De hecho, una de sus labores es la de encargarse de nombrar a los gerentes de aquellos ’Contratos plan’, que aunque se dice que existe un proceso de selección, varias fuentes le dijeron a este medio que son nombrados a dedo, como se hizo en Nariño con uno de sus amigos políticos.

Es de anotar que desde la dependencia que dirige Germán Chica, se gestiona el millonario rubro que la multinacional Philip Morris, le desembolsó a la Nación para combatir el contrabando de cigarrillos y fomentar el cultivo de tabaco; hablamos de 200 millones de dólares para proyectos agrícolas en las regiones.

Hoy el nombre de este funcionario del gobierno se encuentra en el centro de la diana de tiro de todos los medios nacionales. En la más reciente columna del periodista Daniel Coronell, se le acusa de haber sido lobbysta para la mafia del norte del Valle del Cauca. Cartel que, incluso, dominó varios municipios de su natal Risaralda. Al parecer entre Chica, el estratega de comunicaciones J.J. Rendón y el abogado José Ignacio Londoño Zabala, habrían recibido 12 millones de dólares para tratar de gestionar un acuerdo entre el gobierno Santos y los hermanos Calle Serna, mejor conocidos como ‘los hermanos Comba’.

Todo está por resolverse, pero lo que todavía queda en tela de juicio es cómo un funcionario que devenga muchísimo menos de los 17 millones que -con retenciones- recibe el propio Presidente de la República, puede tener tan ostentosa vida.

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Por EL EJE