28cg0u81. Quindianos, esto ha pasado desde hace unos años acá:

Álvaro Uribe Vélez acabó con la mejor empresa que tenía el departamento – TELEARMENIA-; esto escribía en su momento uno de los más reconocidos periodistas de la región:
“Telearmenia era una excelente empresa. Tenía habilitadas 76.155 líneas en Armenia, generaba unos 250 empleos directos y por lo menos 500 indirectos, e irrigaba unos $60.000 millones anuales a la economía regional. Y lo mejor, devolvía al municipio anualmente $7.000 millones de utilidades, que iban a inversión social”.

Hoy por hoy, gracias al regalo “uribista”, dependemos de empresas que hacen y deshacen con su clientela sin quien nos defienda, y menos que esas ganancias se reviertan en los posibles trabajadores de la región.

2.- Golpe a los trabajadores:

Gobierno de Álvaro Uribe Vélez

La ley 789 de 2002 le quitó las horas extras a los trabajadores, el recargo nocturno, el pago de los domingos y festivos, además les bajo el valor de la indemnización, que se le debe pagar a un trabajador cuando se despide sin justa causa y acabó con el contrato de aprendizaje.

Hoy, olímpicamente, el candidato Zuluaga nos dice que se sentiría satisfecho si el trabajador se ganara 600 mil pesos mensuales: un salario mínimo, de hambre, porque parece que se le olvidara que de esa plata hay que pagar salud, pensión, riesgos profesionales, a la DIAN, Cámara de Comercio, y bueno, sigamos contando…, etc.

3.- Y de la salud?

Ni que decir, lo que nos impuso el Gobierno Uribista:

La Ley 100 es un modelo de política neoliberal impuesto por organismos externos para condicionar préstamos internacionales especialmente. Su ponente en el congreso fue el Dr. Álvaro Uribe Vélez.

“Los sistemas de la Ley 100 e intermediarios de la salud violan los más elementales principios éticos, comercian con el dolor y la vida de las personas; obligan económicamente al médico y a los profesionales afines a actuar contra su ética profesional, impiden el libre ejercicio de la medicina, deterioran la calidad de los servicios médicos, encarecen el costo del cuidado de la salud y atentan contra la salud y vida de sus afiliados para generar cuantiosas ganancias”.

Esto lo escribieron los profesionales de la medicina que hoy por hoy tienen que atendernos con la cabeza gacha, supeditados a lo que les ordenan las Empresas Prestadoras de Salud, EPS, que les niegan a los hospitales públicos los dineros producto de la atención de pacientes que han sido pagos por los dineros de la Nación.

Estos son apenas ejemplos de lo que ha ocurrido años atrás bajo la égida “uribista”, los mismos que ahora cuestionan al actual Gobierno endilgándole esas “equivocaciones”. En las manos del ciudadano del común está el futuro, no solo del Quindío sino del país.

Porque la PAZ está por encima de los intereses partidistas, o de grupo, y los quindianos que no olvidan su historia saben que es mejor una salida negociada que permitir que nuestros hijos o nietos sigan engrosando la lista de sacrificados por defender intereses particulares. El mejor ejemplo lo tenemos con las decenas de familias desplazadas que llegan a diario a  engrosar los cinturones de miseria de los principales municipios del departamento, sobre todo en Armenia y Calarcá, sin que podamos colaborarles como se merecen. Por esto y mucho más el voto por Juan Manuel Santos, por la reelección, tiene su peso. En nuestras manos está no desperdiciar esa oportunidad, el voto es nuestra mejor elección.

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Por EL EJE