1508Antes era un verdadero placer servirle de fiador a los familiares, amigos y compañeros de trabajo, porque antes faltaba cualquier cosa que faltarle a quien había firmado una letra, un pagaré o una hipoteca por uno.

Ahora no se le puede servir de esa manera absolutamente a nadie, porque entre más allegado más tramposo es quien pide el favor, ponen cara de ángel y después ríase el problema para hacerles pagar si es que lo hacen.

Conocemos casos por montones donde las personas han quedado en la calle por servirles de fiador a sus hermanos, vecinos o amigos.

Hecha la ley, hecha la trampa

Supimos el caso de una educadora que pidió el favor a un compañero que le facilitara un dinero por poco tiempo y claro el señor le hizo el favor pero le exigió que le firmara un pagaré y como los dos estaban de afán la deudora firmó, puso su huella y no acató poner la cantidad prestada, cumplido el plazo se canceló la deuda, pero el documento no fue devuelto por el prestamista aduciendo tenerlo refundido, pero con la frase aquella: No se preocupe que conmigo no tiene ningún problema…

Ríanse señores lectores pasado un año el indelicado “compañero” llena el pagaré por una cantidad diez veces más de lo que la pobre mujer le había firmado y le da poder a un abogado para que le embargue el sueldo y cuando menos piensa nuestra dama de la historia recibe la notificación de un juzgado que a partir de ese momento le descontarían la quinta parte de su salario porque  le habían demandado.

Lindo amigo y compañero ¿Verdad? Y nos imaginamos que así como este este habrá miles de casos en Colombia, pero lo más grave es que para estos ladrones de cuello blanco no hay ley, porque se las conocen todas o contratan a abogados inescrupulosos que son unas abejas para hacer torcidos. Lo cierto de todo es que hay una justicia que es implacable y esa es la justicia divina.

Otras modalidades de trampa

Para que no dejen enredar sucede muy a menudo que piden ser fiados o respaldados por un compañero y tenga pagan dos cuotas y luego renuncian a su cargo y el pobre codeudor queda con la deuda y el otro desaparecido pero disfrutando del dinero del préstamo.

Uno de los casos más sonados en los últimos días fue el que involucra a la ex gerente de COODEQ, quien haciendo uso de su cargo enredó  a más de un profesor y cuando estos iban en busca de un crédito los convencía para que solicitaran el doble de cantidad que necesitaban para ella tomar una parte con la promesa que era aprobado en uno o dos días y que ella pagaba lo que le correspondía cada mes, pues parece ser que el roto asciende a más de un mil millones de pesos.

Cuídense de esos lobos con piel de oveja y no arriesguen el patrimonio familiar, es mejor ponerse colorado un ratito y no pálido toda la vida.

 

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Por EL EJE