Por: Andrés F. Zapata

Invasión de los espacios

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Las calles aledañas a la Escuela de Administración y Mercadotecnia en Armenia, se han vuelto un parqueadero para todo tipo de vehículos en donde resulta imposible transitar. Estudiantes, docentes, directivos y demás, abusan de la falta de autoridad y convierten el sector en un caos, en donde la aglomeración e invasión de espacios públicos resulta ser el pan de cada día. 

De un tiempo para acá, se puede decir que cada rincón de la capital quindiana se ha convertido en un potencial parqueadero público debido a la masificación y proliferación de vehículos particulares que abundan por cada sector de la ciudad, causando los grandes trancones que hoy vemos a diario y la incomodidad para transitar por espacios que deberían ser respetados y designados únicamente a que haya un flujo normal tanto vehicular como peatonal.

Esta situación, se ve a menudo reflejada en sitios en donde hay una permanente afluencia de gente, como zonas aledañas a parques, bancos, centros comerciales y universidades. Sobre esta última se puede decir que sucede en todas las instituciones educativas de la ciudad, pero el caso de la EAM resulta más llamativo y preocupante, pues las calles que se encuentran alrededor de esta universidad son sumamente estrechas y aun así ambos carriles son utilizados como estacionamientos, dejando un mínimo espacio en el medio para transitar, causando con esto permanentes embotellamientos, constantes daños a carros o motos y la invasión al espacio público.

Es claro también que en la zona no hay los necesarios parqueaderos públicos o privados en donde estos vehículos puedan estacionarse sin ningún problema, pero esto tampoco puede ser excusa para las normas se evadan y para que cada vez sean más los que pretendan hacer lo que quieran afectando a los demás.

Allí es indispensable que las autoridades tomen medidas y restrinjan y controlen esta situación. No se puede permitir que casos como este tomen más fuerza y empeoren.

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Un trato más humano para todos

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Una  ciudadana indignada nos compartió la siguiente imagen, en donde se aprecia a un adulto mayor esperando ser atendido dentro de las instalaciones de una reconocida compañía de servicios móviles en Armenia.

La situación radica, según la denunciante, en el pésimo trato que algunos funcionarios del establecimiento dieron a esta persona, que al encontrarse sin la compañía de un hijo o familiar que lo asesorara, se encontraba un poco desubicado y sin saber a quién pedir ayuda para resolver alguna inquietud que tenía.

Dice la señora denunciante, quien se percató de todo el asunto, que el trato no fue el correcto con esta persona y que no tuvieron la paciencia necesaria para estos casos, pues aunque la inquietud del señor era algo fácil de resolver, es entendible que para algunas personas sea más complicado de lo que parece.

En estos casos el personal de toda entidad debe estar capacitado para saber tratar a las personas, con paciencia y sin prepotencia o malgenio, tal como sucedió en esta situación, especialmente si se trata de un adulto mayor que está sin la compañía de algún familiar.

Es cuestión de que cada empresa se percate de la atención al público que ofrecen sus funcionarios y ofrezcan un trato digno y correcto.

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Como siempre en nuestra ciudad, primero debe haber un accidente para que se den soluciones a los problemas que afectan a la comunidad.

Este gigantesco hueco o deficiencia vial que se encuentra ubicada en plena Avenida de los Camellos, justo al frente del CAI del barrio Granada, registró el pasado fin de semana un fuerte accidente de tránsito, en donde se vio involucrada una motocicleta y un automóvil, quienes perdieron el control al encontrarse de frente con semejante adefesio vial que ya se veía iba a ocasionar en cualquier momento una colisión o un accidente. Resulta también muy lamentable ver como a pesar de que la ciudadanía reclama y pide que los daños sean reparados, la administración municipal solo haga caso cuando ya hay heridos o daños de por medio como en este caso.

A pesar de que hay una señalética básica que alerta sobre el daño, ahora toca esperar que la reparación de este no se lleve más del tiempo requerido.

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Por EL EJE