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Por: Andrés F. Zapata

Antes de que el reloj marcara la media noche del primer día del último mes del año se avizoraba el gran descontrol y caos que se iba a generar en la capital quindiana. Motocicletas por doquier que transportaban dos o tres personas sin casco, en notable estado de embriaguez y con mínimas sanas intenciones se comenzaban a aglomerar en diferentes barrios de Armenia, dispuestos a dar inicio a la bochornosa e inculta alborada que daba la bienvenida a diciembre, que a su vez servía de excusa perfecta para que inadaptados hicieran estragos a diestra y siniestra.

Pese a las intenciones y estrategias programadas por parte del Comando de la Policía en el Quindío para evitar desmanes y desproporciones en la celebración del inicio del mes de diciembre, nada se pudo hacer, pues un grupo significativo de inmorales ciudadanos en medio de la euforia y el afecto del alcohol y demás sustancias psicoactivas, cometieron una serie de actos que rayaron con la delincuencia y el vandalismo, dejando a la ciudad, sumergida durante varias horas en una especia de caos anárquico, en donde cada quien hacía lo que se le daba la gana.

Fueron muchas las viviendas, establecimientos comerciales y personas en general las afectadas por las bochornosas acciones de cientos de personas que a bordo de sus motos o vehículos iban ensuciando todo a su alrededor, lanzando elementos peligros y antihigiénicos a incautos peatones, quebrando vidrios de algunos locales comerciales, consumiendo todo tipo de licor o sustancias alucinógenas, montándose sobre los andenes, persiguiendo a las personas para ensuciarlos con lo que fuera y cometiendo incluso atracos a comerciantes, tal y como se registró y quedó denunciado ante las autoridades.

Hay que ser muy claros en que una cosa es la alegría que produce el inicio de la navidad, cosa que se puede celebrar de muchas otras formas que no atenten contra nadie y otra es que se utilicen este tipo de festejos como fachadas para cometer todo tipo de actos vandálicos.

De fortuna no hubo víctimas fatales o algún accidente de suma gravedad que registrar, pero las autoridades no pueden permitir que se dé pie para que actos similares se sigan presentando.

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