marcha del silencioAsí quedó demostrado en la poca asistencia a la marcha organizada en repudio del cruel y vil asesinato de un menor en la capital quindiana, la humilde y destrozada familia no encontró el apoyo que se esperaba. 

Por: Angélica Bermudez

El ser humano pareciese sufrir de amnesia por estos días, un mundo sitiado por el corre corre del diario trajinar, encarcelado por la tecnología, en su afán del día a día olvida lo esencial de la existencia; la sensibilidad humana y el dolor por la tragedia del prójimo. Así quedo ratificado un vez mas durante el pasado  miércoles cuando la humilde familia de Juan Esteban Gordillo el menor de 6 años que fuese vil y cobardemente asesinado y de Martha Liliana Gordillo Sierra madre del menor y que hoy continua desaparecida convocaran a la marcha por la vida y la verdad.

La expectativa era gigantesca luego de las voces de protesta que se escucharon cuando se conoció la trágica noticia del deceso del menor, pero la sorpresa fue también del mismo tamaño cuando en la mañana pocos eran los manifestantes que cumplieron la cita, vecinos de las víctimas, algunos funcionarios de la personería con su personero a la cabeza, trabajadores de la defensoría del pueblo, el comandante de la Policía Quindío,  algunos uniformados brindando seguridad y algunos compañeros de colegio de Juan Esteban que pese a su corta edad cantaban con la fuerza del corazón Justicia, Justicia, Justicia en medio de su inocencia; pequeños que reclaman de las autoridades resultados contundentes frente a este atroz hecho de sangre que cegó la vida de una pequeña criatura que apenas comenzaba a construir sus sueños de vida.

Nada se sabe de la suerte de Martha Liliana, si aun se encuentra con vida o  yace muerte en cualquier zona de la región, hasta el momento los resultados de las investigaciones pareciesen nulos según la familia. Por lo pronto el gobierno departamental ofreció una recompensa de 15 millones de pesos por información que permita hallar a la progenitora de este ángel que hoy está en los cielos.

Durante la pobre manifestación las preguntas no se hicieron esperar, porque la indolencia de los armenios, porque la indiferencia de los estamentos gubernamentales al no acompañar y salir a las calles a repudiar este hecho de barbarie; acaso si hubiese sido el hijo de una familia poderosa las calles seguramente se hubiesen inundado de funcionarios públicos y hasta estudiantes de los diferentes colegios porque la orden seguramente hubiese sido salir a marchar, pero desafortunadamente la familia Gordillo son pobres económicamente pero ricos en sentimientos y pese a que eran pocos reclamaron justicia una y mil veces, con un solo eco y objetivo que evidenció la fuerza de mil guerreros. Allí frente al Centro Administrativo Departamental se congregaron los pocos manifestantes mientras con pancartas y gritos y ante la mirada indiferente de funcionarios de la Gobernación y transeúntes del sector reclaman resultados inmediatos.

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