Importantes actores de la política en el departamento del Quindío han entrado a escena para defenderse de las acusaciones relacionadas con el proyecto de valorización. Los concejales que aprobaron iniciativa aseguran que no recibieron aportes económicos como pago por el sí en la votación.
Las miradas de la Fiscalía y de los entes de control estuvieron puestas la semana pasada en varios exfuncionarios y organismos regionales que apoyaron el proyecto. La lupa también apunta hacia el palacio departamental.
Oliver Gómez
El capítulo más amargo en la historia de la corrupción en el departamento del Quindío aún no termina de ser escrito y en la semana anterior quienes salieron a escena fueron los concejales que aprobaron el cuestionado proyecto de valorización.
Pocos han querido referirse al tema y quienes lo han hecho, entre ellos el exconcejal Octavio Alexánder Agudelo, han sido enfáticos al señalar que le dijeron sí a la iniciativa por considerarla positiva para la capital del departamento del Quindío, teniendo en cuenta que la misma contempla proyectos de infraestructura importantes para la ciudad.
De manera enfática ha negado haber recibido dinero a cambio de su voto positivo, señalamiento que han tenido qué capotear los concejales de ese periodo (2012-2015) en las últimas semanas, dada su cercanía con la exalcaldesa de Armenia Luz Piedad Valencia Franco, que actualmente se encuentra tras las rejas, después de que un juez dictara medida de aseguramiento en centro carcelario para evitar inconvenientes en el proceso mediante el cual se busca determinar qué pasó con más de 22 mil millones de pesos que se perdieron del erario y que no fueron utilizados en las obras de valorización.
Aunque muestran aparente tranquilidad, los excorporados temen correr la misma suerte de figuras públicas como Francisco Valencia, esposo de la exalcaldesa, o del alcalde Carlos Mario Álvarez, que se encuentran privados de la libertad, el primero en Armenia y el segundo, en la cárcel La 40 de Pereira.
Un cuadro de corrupción bien grande
El fiscal general de la Nación, Néstor Humberto Martínez, ha señalado que este es el cuadro de corrupción más grande que ha vivido el Quindío en su historia y ha dicho que aún falta que el proceso se llegue fases que podrían dejar a otros actores de la política que quindiana a buen recaudo de las autoridades.
Aunque ha manifestado que no recibió aportes económicos ni por parte de la exalcaldesa ni de su grupo político, el gobernador del Quindío, Carlos Eduardo Osorio Buriticá, sabe perfectamente que su administración podría estar en la lupa de las autoridades. Al fin de cuentas todo funcionario al asumir un cargo acepta perfectamente que se hace acreedor a ser esculcado.
Esto se da por una razón específica, que en su campaña trabajó en llave con el candidato liberal, Carlos Mario Álvarez, que hoy responde ante la ley por haber firmado pagarés por 6.000 millones de pesos para su campaña a la alcaldía, dineros que, según las investigaciones, tendrían que salir del recaudó de valorización.
Aún no se sabe en qué terminará esta amarga historia que tiene como epicentro Armenia y mientras tanto los ciudadanos continúan sin saber qué hacer como partes fundamental de un proceso con el que se defraudó la ciudad y cuyo recaudó continúa con normalidad.
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