Por: Manuel Gómez Sabogal

Gilberto Montalvo Jiménez me envió el siguiente texto y casi salgo a denunciar por enésima vez la miserable salud en Colombia:

“¡Atención!

Hago un llamado especial a los medios para ver la posibilidad si se pueden interesar por el tema de la salud del colega Merardo Garay González.

Desde hace varios meses por la inoperante corruptela en Cafésalud y la falta de convenio con Oncólogos de Occidente le suspendieron las radioterapias para el tratamiento de un diagnóstico de cáncer.

Dentro de las dificultades propias en estos casos lleva dos semanas a la espera de que le programen cita especializada en Pereira.

No ha habido gestión posible que destrabe el asunto

El viernes último y debido a la no continuidad del tratamiento le sobrevino una tromboflebitis en una pierna sin que tampoco haya la posibilidad de que lo atienda un especialista cardiovascular.

Merardo esta recluido en la Clínica Armenia solo con analgésicos. Esta indiferencia de Cafesalud tiene en grave riesgo la vida del colega.

Creo que como se hace solidariamente en repetidas ocasiones sea menester volcar la atención en el tema del colega. Gracias por la atención”. Mensaje de Gilberto Montalvo Jiménez

No quisiera hablar de las EPS, pero da de todo y se sale la ira mezclada con vomitivos cuando se sabe que el Presidente no tiene problema, porque puede salir del país inmediatamente, ya que le tienen lista la cita para sus exámenes en Estados Unidos.

Mientras tanto, aquí en nuestro país, la gente muere esperando una cita. Las largas e infinitas colas para una atención médica de urgencia o una cita con especialista. ¡No hay derecho!

Los abusos de las EPS son constantes, diarios. Pacientes que olvidan un papel y no pueden ser atendidos.

La EPS no paga y cierran las puertas en los hospitales a los pacientes que requieren ser atendidos.

Me interesa un carajo si Colombia gana o pierde un partido. Es más importante que se haga algo con respecto a la salud en el país.

Pero como vivimos anestesiados por todo, aquí no pasa nada. Este es el país del NO. Porque nada nos importa.

El caso de Merardo Garay González no es el único.

¿Cuántas personas han muerto esperando una cita, o a la entrada de una clínica? ¿Cuántos niños han muerto porque sí en el país del NO? ¿Por qué nada de eso nos interesa?

 

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