Bueno, llega el mes de octubre cargado de vacaciones, una semana para estudiantes, docentes y personal administrativo, desfiles y fiestas culturales en distintos planteles del departamento. Pero a su vez fiestas aniversarias de Armenia, tradicionales por lo largas, monótonas y cansonas, que no tienen ningún sabor, ni gusto. Quince días sin trascendencia y una verdadera programación que amerite unas autenticas fiestas. Hoy repito lo que en los últimos años siempre he cuestionado, que las fiestas de Armenia se organicen y realicen en seis días como máximo para acaparar la atención de propios y extraños. Misión imposible, reconozco que hemos fracasado pues la propuesta no ha sido atendida por la señora alcaldesa, cuando le consultamos, nos dijo que era imposible porque el diseño de las festividades así estaba trazado. Razón tendrá la burgomaestre. Lo cierto de esto, es que gústenos o no, comenzaron las fiestas aniversarias que se extenderán hasta el puente festivo de mitad de mes, otra buena oportunidad para que arriben visitantes de todos los lugares del país. Ocasión para que la ciudad, luzca fresca, renovada, tranquila y en paz en medio de todo el caos vehicular que se viene presentando por los trabajos de reparación en la carrera 19, trancones monumentales por el desorden creado ante la falta de una verdadera planificación y vías de emergencia que permitan evacuar el impresionante flujo vehicular. Pero igual, Armenia es una ciudad acogedora que sabe recibir a los turistas que esperan encontrar un verdadero remanso de paz, alejado de conflictos y acciones de los violentos.
Ya la tradicional fiesta de la ciudad, comenzó sin mucha publicidad, escasa –información y precaria programación; como siempre el Yipao será su máxima expresión, el Reinado de la Chapolera le seguirá en orden y a lo mejor el concierto musical tendrá otro condimento, a parte el Festival de los Hermanos Moncada que sigue marcando el derrotero como el gran evento en el marco de las festividades, ah, se me quedaba por fuera la entrega de la Orden Cordón de los Fundadores, de resto pare de contar.
Sin embargo, fiestas son fiestas y solo esperamos que propios y extraños disfrutemos en la medida de la programación prevista desde la oficina de Cultura y Turismo de la Ciudad. Felices fiestas para Armenia.
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