Múltiples son las definiciones sobre comunicacion, Pero digamos sintéticamente que es el medio por el cual los individuos se expresan a través de los diferentes modos y acciones, formas, pensamientos, sentimientos y emociones. La comunicación constituye la evolución y desarrollo en todos sus matices. El periodismo es uno de los modos más eficaces de la comunicación y es la forma mejor estructurada para entrelazar los puentes de la información e interacción en un mundo cada vez más exigente y crítico.

Esa evolución permite que nos mantengamos mejor informados, pero también más influidos por las nuevas tecnologías que lo alejan más de las normas que regulan su buen ejercicio, el uso adecuado del idioma, el esfuerzo por estructurar sus contenidos y la ausencia de los de carne y hueso del escenario real de los hechos que transfigura el automatismo en prisionero virtual al periodista, que se viene convirtiendo en un paquidermo al servicio de ese monstruo inerte de las comunicaciones. No son esos medios digitales lo esencial, son instrumentos que se deben poner al servicio de la información y sus destinatarios finales que son los receptores, razón de ser de su existencia. El periodista ha sufrido la transformación de la evolución y el cambio. De los medios manuales, esfuerzos, vocación, voluntad, ética, estudio, cubrimiento de la fuente a pie, pasión, y sacrificio, se pasó a la sustitución digital, pereza mental y física, interés solo económico, falta de voluntad por interpretar los fenómenos sociales, se ven pasar como una ráfaga de viento y no en vivirlos o sentirlos, como sobreviviendo en los extremos de sus necesidades y angustias existenciales y a las injustas condiciones de vida.

El «periodista» ve como las comunicaciones absorben «el periodismo» dejándolo sin respiración. Hoy los influenciadores le vienen propinando golpes letales al periodismo, y robándole espacio, los que se multiplican como una pandemia, porque nada cuesta inundar de basura el ciberespacio. Si antes con la constitución del 91 que volvió el periodismo en añicos con las libertades de opinión, expresión, y pensamiento, ahora con las tecnologías más avanzadas se ganó en rapidez y cantidad, pero se perdió en contenido y calidad y explotó a la humanidad en manipulación y crisis de valores. Y No es porque los buenos periodistas hayan desaparecido, pues son pocos los que continúan conservando los principios superlativos, comprenden que tienen las herramientas digitales como complemento a su pura vocación, al servicio ciudadano y no al contrario, mutados en dispositivos esclavos del consumismo y la arbitrariedad.

Con la llegada de la IA, el periodista servirá de modelo para una estatua que refleje el pasado cuando se ejercía una de las profesiones más bellas, apasionantes y peligrosas. Si bien las nuevas generaciones le están dando más preponderancia a los medios virtuales para llegarle a una sociedad desajustada en virtudes, todavía podemos cantar victoria con una minoría aferrada a los finos y frondosos bejucos de la vocación, voluntad, aptitud, actitud, pasión, amor y medio de subsistencia, no podemos desprendernos de esa liana, porqué la que se recibe nos mandará al despeñadero. Ya la IE sustituye voces, léxico, escritura, lectura, gramática, estilo, y redacción. A esos periodistas que se mantienen erguidos en pie de lucha por las causas que engrandecen, exaltan y dignifican la profesión lejos de arribismos, contubernios, y adosados al poder, adelante, que en medio de tantas afugias, vencerá el profesionalismo, la dignidad y el decoro.

PUNTO FINAL Mi respeto para aquellos profesionales que como un roble crecido de los bosques fecundos, desprenden la tanina que le dan color a los rones finos, quienes continúan en tiempos de crisis, entregando con valentía y con tantas incomprensiones, trabajo, vocación, servicio y desprendimiento.

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Por EL EJE