file76kEGuPor: Andrés F. Zapata

Casi tan peligroso como conductores que conducen bajo el efecto del alcohol es la manía que tienen algunos detrás del volante por permanecer metidos en sus dispositivos móviles, ya sea chateando por medio de las distintas aplicaciones, buscando algo en internet, mirando las redes sociales o simplemente jugando.

Es entendible que en esta época en donde la tecnología abunda por todos lados, queramos estar actualizados, mucho más cuando estos mismos mecanismos se han vuelto en herramientas importantes en la parte laboral. El grave problema es cuando permitimos que estos dispositivos se vuelvan fundamentales en nuestro diario vivir, y no sepamos destinar los momentos correctos para hacer uso de ellos.

Digamos que estar con alguien en cualquier lugar, y que esa persona se la pase metida en su dispositivo es algo incómodo y ofensivo. Pero si esa persona traslada esa misma actitud dentro de un vehículo en movimiento ya es de suma peligrosidad. Y es que precisamente eso es lo que hacen muchos conductores, aficionados a sus aparatos, alienados y casi que enviciados a tener el celular en las manos, incluso cuando están conduciendo. No esperan a estacionarse o al menos llegar a un semáforo para responder o hablar con alguien, no, tienen que estar inmersos en alguna página o aplicación así sea que estén manejando.

Y es que así los hay muchos. A nivel nacional ya se habla de que los accidentes causados por esta irresponsabilidad, están casi que a la par con los ocasionados por conductores en estado de embriaguez. Y es que fácilmente se puede superar esta cifra, ya que se supone, y así lo reportan los datos estadísticos, que los accidentes vinculados con el consumo de licor se presentan mayormente en horas de la noche y de la madrugada, mientras que los accidentes causados por conductores “elevados” que estaban con un celular en sus manos, se presentan durante cualquier hora del día, siendo esta una causa más repetitiva.

Acá en el Quindío no somos la excepción. Es que a diario nosotros mismos como peatones o conductores vemos la cantidad de personas, jóvenes, adultos, hombres, mujeres, que van conduciendo mientras usan sus dispositivos móviles… que peligro. Y aunque los datos hablan de mayor reincidencia por parte de los hombres, las mujeres no se quedan atrás.

Esta situación es bastante seria y amerita completamente la atención de las autoridades tanto locales como departamentales. Valiendo la redundancia, de nosotros depende no depender de estos aparatos, son ciertas las inmensas facilidades y beneficios que traen con respecto al tema de las comunicaciones, pero también es cierto que mal usadas podemos ocasionarnos incluso la muerte, o peor aún, causársela a algún peatón inocente.

Es necesaria la implementación de campañas educativas, de concienciación o incluso comparendos ya sean educativos o económicos, con el único fin de acabar con esta situación. No seamos irresponsables, comportémonos como personas inteligentes.

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