Muy temprano cumplimos con nuestro deber de concurrir a las urnas, precisamente en la mesa seis del gimnasio de las Belemithas en esta ciudad. Muy temprano fuimos a la cita, cerca de las nueve en la mañana, la tranquilidad era total, se acabaron aquellas jornadas donde los electoreros hacían su fiesta, con grupos musicales y algarabía formando un verdadero carnaval, fueron otros años, otras épocas que ya son cosa del pasado y de la historia; la gente fluía a los puntos de votación, se veían familias enteras llevando a sus hijos de la mano para guiarlos por el camino de la democracia. Hoy no es así, el ambiente gris, tenue y frío se impone, otro estilo de votación, sin el bullicio y el colorido de antes; ahora las salas se ven vacías, poca afluencia de asistentes y como siempre en Colombia dejamos todo para última hora, largas filas que congestionan la hora final en los puntos de votación. Los tiempos cambian, el contenido también, pero al final la democracia sigue siendo la misma, en un país donde elegir nos permite el sostenimiento de una nación sobre los pilares esenciales de la libre participación, no como sucede en Venezuela donde su gobierno atropella y pretende exterminar la libertad de expresión o en otros países donde abundan los golpes de estado, aquí por fortuna aún no llegamos a esos extremos.
Fuimos a las urnas convencidos de votar por los mejores, los más calificados, a los ciudadanos que seguramente nos van a representar con honestidad y transparencia en el nuevo congreso que se eligió la noche anterior. No queremos senadores ni representantes timoratos, que les guste el ausentismo, que dejen la silla vacía, que posteriormente sean sancionados, que no ejerzan su labor en bien del departamento, de la región de la comunidad, que sean auténticos lideres. El último de los grandes congresistas cafeteros fue el ingeniero Ricardo Arias Mora, paradigma y ejemplo de señorío, de responsabilidad y honestidad en los dos periodos que ejerció como representante y senador, de allí en adelante el Quindío ha estado huérfano, ausente en el senado.
Colombia votó por 102 senadores y 167 representantes a la cámara de los cuales el Quindío esperaba aportar dos senadores, si las cuentas se daban y 3 representantes como corresponde.
Hoy amanecimos con nuevo congreso, una de las corporaciones más cuestionadas en Colombia. Dios bendiga a quienes el próximo 20 de julio asumirán sus curules como congresistas. Y desde hoy queda el partidor abierto para los precandidatos a gobernación, alcaldías, concejos y asambleas, desde ya nos preparamos para este debate, como desde ya se caliente el tema presidencial, pues tendremos elecciones en pocas semanas.
La dirección
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