Solo Montesquieau y sus pares de la ilustración Francesa, definieron filosóficamente como operaba la democracia representativa, o como debía operar, para que funcionara adecuadamente en los canones de la democracia. Ellos soñaban el aparato del estado, respondiendo al sentimiento popular de reflejarse en el espejo de la lealtad y el convencimiento recíproco de la confianza. Unos legisladores elegidos directamente o por delegación, para interpretar sus necesidades, sus metas, sus aspiraciones, sus soluciones y un poco de felicidad en el pueblo, porque se sentían orgullosamente representados, un ejercicio del poder político digno de unos electores maduros, sapientes, y unos representantes generosos, serios, estudiosos, y respetando la axiología como un conjunto de valores intrínsecos en la orientación de sus principios.
Un ejecutivo representando los intereses del estado, con fundamento en las mayorías que lo eligen, Pero al mismo tiempo, siguiendo las directrices de la constitución y las leyes existentes. Y por supuesto la rama judicial como garante y defensora de los derechos, obligaciones y la estructura sancionatoria como controles a la extralimitación o incumplimiento de las normas del ESTADO DE DERECHO …
Hoy el pensador frances, al igual que Voltaire, Diderot, D’alambert, Rousseau, se estarían levantando de sus tumbas, para castigar a todos los que se han burlado, vituperado y contrariado sus pensamientos y legado sobre la arquitectura de la sociedad democrática. Colombia es un remedo de democracia… Democracia sí, Pero electoral, dónde se toleran permisivamente todas sus flaquezas, Pero sin llegar al extremo de romperla con dictaduras, antípoda de la democracia, entendida esta, como la ruptura del sistema por medios violentos, no como la interpretan a su acomodo los fariseos o mercaderes criollos.
Colombia opera un sistema político en apariencia de democracia plena, que evalúa la división del poder público, en una rezagada tridivisión, que se parece más bien a una división política del poder como un solo tronco dividido en tres ramales. Basta que solo se vote, y el votado cambie por completo las promesas cuando es ungido, o en el ejecutivo, cuando se reviste de todas las facultades contrarias a la confianza popular depositada.
La rama judicial aunque no hace parte del voto directo, este llega por delegación, cuando el congreso elige los magistrados de las altas cortes, desvirtuando por completo su independencia (No su autonomía). Hoy, no se practica deontológicamente el poder, es una vergüenza que no cambia, mientras la cultura política no cambie, y mientras la educación no taladre la conciencia ciudadana. «La política es el arte del simulacro» según Maurice Polty, polítólogo Francés de la post-guerra. Y es verdad, «La política es el arte de servirse de los hombres, haciéndoles creer que se les sirve a ellos» anónimo que refleja Inteligentemente la desviación semántica de lo que pareciera que es un ejercicio limpio y legítimo Pero en realidad es, la hipocresía más aguda. El congreso es una puja de baratijas mundanas, una inmundicia de favores traslaticios, o recíprocos, de intereses creados, y de beneficios particulares, como la reciente elección del nuevo magistrado de la Corte Constitucional, Doctor Carlos Ernesto Camargo Assis, quien ganó no por ser un consumado jurista o un constitucionalista puro, sin que tenga nada que ver que su elección la logró con méritos, Pero reconociendo que es un hombre más relacionista publico que jurista, con excelentes capacidades administrativas, más involucrado en la estrategias del manejo publico y político que en la judicatura, como si lo fue su contrincante que ocupó el segundo lugar de votación en el senado, una mujer afro como la doctora María Patricia Balanta dedicada toda su vida al estudio de las ciencias del derecho, inició su meritoria carrera como juez municipal, hasta llegar a magistrada de tribunal y de la CSJ en calidad de M auxiliar, con doctorado en derecho constitucional, otras en maestrías y especializaciones en derecho público y privado, dedicada siempre a la investigación y la docencia, especialmente en la promoción y defensa de la justicia y de los DD.HH.
Se pudiera concluir que la elección se hizo en el campo de la meritocracia, Pero así no fue, sin quitarle lo bailado al dr Camargo Assis, Pero este bailó la danza perfecta para ser escogido, desde mucho antes del año para inhabilitarse, hizo desde la defensoría del pueblo lo que tenía que hacer; tender un puente con sus nominadores de la CSJ nombrando empleados sugeridos y nominados por los magistrados y alargar las tirantas del puente hasta el senado, para que se produjera la votación decisiva de su elección como magistrado en reemplazo del saliente, El Caldense José Fernando Reyes Cuartas quien cumple su periodo este mes de septiembre. Cómo estamos en un país de enfermos querulantes, ese nombramiento ya se demandó, y según las cuentas, ya son 10 los demandadantes, por la presunta violación del régimen de inhabilidades para ocupar su cargo, Esperaremos el pronunciamiento del Consejo de Estado, órgano encargado de decidir. Lo cierto es que el dr Camargo Assis se movió como caballo en un juego de ajedrez, acudiendo a sus amigos políticos, haciendo lobby con precisión de cirujano, para convencer no solo a quienes benefició con puestos en la defensoría, lo hizo también, sin confirmarlo, durante el tiempo que funjió como magistrado del CNE, patrocinando recomendados políticos, algunos de ellos asisten al congreso actualmente, y que resultaron comprometidos con el replicado caso de Odebrecht. Esas prácticas siempre han existido, quien arribe y toque las alturas del Everest judicial, sabe que es lo que tiene que hacer en el camino de ascenso. -Coger los atajos menos dispendiosos, caminar ofreciendo canonjías a los Sherpa (tribus indígenas ayudantes de los expedicionarios de Nepal) y alcanzar la cima, con el menor esfuerzo utilizando los elementos adecuados, y aprovechando que los demás alpinistas, no conocen las habilidades de ascenso. Bertold Brecht explica en su obra el ascenso al poder, como se desarrollan los pasos para alcanzar el éxito, puso de comparación, las tretas de Adolf Hitler, para construir su trama como dominador del fürher, para consolidar su poder. Antes del presidente Petro, las disputas a las altas dignidades de las cortes no eran tan amplificadoras ni generaban tanto ruido, pues estas se hacían entre las mayorías que dominaban las cámaras, y quien ga naba, además del «me nombras y yo te nombro», utilizaba otras formas no ortodoxas para que se diera, y no pasaba nada. Ahora es diferente por el gobierno disruptivo contra la política tradicional que manejaba el poder a sus anchas, el dr Camargo Assis no solo está plegado a los grupos políticos que lo favorecieron, también lleva consigo, adosada a la solapa, su posición anti-Petrista.
De su nombramiento como magistrado, navegará en las aguas que domina, él como nuevo magistrado, no tiene reparo en el manejo de las palas remeras, por eso ganó y es de sumo creer, que quien más saliva tenga, más ojaldre traga y a bien que tenía reservado más humor en su garganta. Todo el sistema político está montado sobre la base que quien tenga el poder, tiene el dominio, y el poder no es el que siempre lo ejerza, sino, el que tenga las mayorías. . **PUNTO FINAL El nuevo magistrado dr Camargo Assis, llega para hacerle contrapeso a las reformas que el gobierno de turno, adelanta en el legislativo, cuando estas pasen por el tamiz constitucional. Si la doctora Balanta, quien era del interés del dr Petro, hubiera sido la ganadora, posiblemente, por su formación jurídica, no hubiera tenido tanto afán en favorecerlo, en tanto que, hubiese tenido más rigor en el examen de las normas con ajuste constitucional, es una jurista integra, toda su vida ha sido una aureola de virtudes. Inició su periplo como juez municipal, y con sobrados pergaminos, le disputó el nombramiento al dr Camargo.