Imposible negar los hechos que atentan contra la dignidad de la rama judicial protagonizados por algunos de sus miembros que afectan la credibilidad ciudadana, jueces que revocan medidas de aseguramiento para favorecer personajes incursos en graves delitos como lo sucedido con una ex gobernadora del Cesar, un magistrado de la Corte Suprema de Justicia que filtra información para poner en alerta a dirigentes políticos sobre el desarrollo de las investigaciones que cursan en esa alta corporación, sin considerar los centenares casos denunciados por los medios de comunicación sobre las tropelías de ciertos funcionarios judiciales; nos hace pensar que el cáncer de la corrupción viene haciendo metástasis tanto en los organismos públicos como privados tocando un campo tan sensible como lo es la justicia.

La afirmación anterior es producto de la debilidad del sistema judicial colombiano, por ser benévolo, condescendiente, con los que transgreden las normas penales, los que asaltan el erario al utilizar el soborno, la coima, el cohecho, el prevaricato, el abuso de las funciones públicas, el fraude procesal como figuras normales en sus actividades misionales.

Ahora bien, el mal uso de las funciones judiciales para conseguir ventajas ilegítimas en la mayoría de los casos tiene su génesis por la forma como se seleccionan a los aspirantes a ocupar dichos cargos, donde ingresa no el mejor capacitado, el de mejores antecedentes, el preparado, sino el lobista, el relacionista, el de las intrigas, a pesar que se utilice la figura del concurso público, fuera de la odisea para acceder a las altas cortes.

Se debe regresar a las épocas en que la magistratura estaba colocada en un sitial de honor y de respetabilidad social, donde impartir justicia se hacía bajo los principios de transparencia, imparcialidad, humildad, profundidad jurídica, ser humano que debe elevarse por encima de los demás mortales, para decidir a quien le corresponde el derecho, o sobre quienes se ejercita la acción sancionatoria.

Sirva este escrito para reiterar que ninguna reforma judicial será exitosa ni viable si no se revisa la forma de selección del recurso humano, que es donde se está fallando, por cuanto son los encargados de interpretar los códigos, si esas normas las siguen aplicando los mismos que hoy se cuestionan, estaremos destinados al fracaso total, nunca se mejorará el servicio público de justicia.

Cierto es, que un estado con una justicia corrupta estará siempre sometido a los actos delincuenciales, atentando contra la institucionalidad, poniendo en riesgo la convivencia ciudadana.

A tiempo de corregir las fallas que la tienen en cuidados intensivos, reconociendo la labor abnegada de muchos jueces y magistrados
opacados por las conductas torticeras de unos cuantos.

ADENDA: Se ha dicho que una campaña electoral debe estar sustentada en programas de gobierno que le servirán de bitácora al candidato ganador en el ejercicio del cargo, a pesar de ello notamos que un tema neurálgico para la convivencia en un sector de tanta importancia para la ciudad de Bogotá como lo es el del parque nacional tomado por segunda ocasión por un grupo de indígenas desde hace varias semanas, fue omitido por los aspirantes a ocupar la alcaldía de la ciudad capital , sin considerar el abandono de la septima hasta el edificio de Colpatria en poder de vendedores de baratijas, sin que conozcan politicas de gobierno para dignificar esta arteria orgullo de los bogotanos

Pareciera ser que hay una aceptación tácita a esas invasiones por parte de las autoridades actuales, pero extraña el silencio sobre estos neurálgicos asuntos de orden social, que tocan con la seguridad pública de parte del candidato ganador, o por lo menos no conocido oficialmente.

La ciudad requiere y exige una solución pronta a estas delicadas situaciones a favor de la tranquilidad ciudadana, de unas areas por demás emblemáticas como lo son el Parque Nacional, la septima, afectando notoriamente la salubridad pública.

¿Cómo sería la reacción de la población indígena si centenares de desarraigados que los hay por millares a lo largo del territorio nacional, se tomaran por la fuerza terrenos por ellos ocupados ancestralmente?

Inconcebible lo sucedido a un grupo de militares en el corregimiento de el Plateado, (C).

Gobierno contra las cuerdas

*Ex magistrado

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Por EL EJE