Siempre se ha dicho que en los archivos de las registradurias regionales permanecen miles de cédulas originales y copias sin ser reclamadas por su verdaderos dueños. Las cifras son altas y previo a cada elección la entidad busca la manera para que los ciudadanos concurran a reclamar el documento más importante de cualquier persona, su cédula con la que se identifica oficialmente para realizar todo tipo de gestión.
Sin embargo, teniendo en cuenta su prioridad, las personas hacen caso omiso y prefieren dejar el documento engavetado. Casos raros y extraños se pueden detectar en cada uno de ellos, pues muchas de esas personas figuran con antecedentes penales, han muerto, se encuentran enfermos, se han ido del país o resultan en desaparición, en otros no lo necesitan, aunque todo ciudadano debe portar siempre su cédula de ciudadanía.
Ahora y como ocurre en época electoral los ciudadanos comprometidos con este documento, no todos, se acercan a realizar largas filas ante este organismo en procura de retirar su cedula, como sucede casi siempre, los colombianos dejamos para última hora en agilizar nuestras propias diligencias de carácter urgente.
Así, se presume que otro buen puñado de colombianos concurrirá a las urnas este domingo para elegir presidente. Desde luego que los especialistas auguran abstención en cada uno de los departamentos del país tras los fuertes episodios que se vienen presentando en dos de las candidaturas, la del presidente-candidato de Unidad Nacional y el Centro Democrático que mostró sus uñas conspirando contra el estado, utilizando armas inusuales y criminales para atentar contra las fuerzas armadas y el proceso de paz, infiltrando información valiosa de reserva exclusiva de las propias autoridades.
Pero en medio de todo ese caos, los colombianos buscan su documento y otros se preparan a elegir presidente. En una democracia seria y responsable todo ciudadano tiene el deber, el derecho y la obligación de votar con responsabilidad.
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