Una reciente encuesta denominada “encuesta de cultura política” realizada por el DANE, los partidos políticos muestran una fuerte tendencia a la baja, así como la pérdida de credibilidad ante el electorado por factores diversos, entre ellos al irregular manejo que se le dan a las peticiones ciudadanas, en su mayoría contrariando las tendencias y necesidades de los votantes, convertidos como empresas electorales.
Por partido político se debe entender como la institución encargada de agrupar las preferencias de una sociedad para construir el interés general, principio este que no se cumple a cabalidad, al decir de muchos, por el contrario, se constituyen en un escollo para la realización de ese interés colectivo.
El panorama político actual, no solo en Colombia, sino en todo el hemisferio nos muestra una crisis en los partidos, como consecuencia de los liderazgos de corte populista, autoritarios, sin ideas claras con una débil o ninguna estructura ideológica que los respalden, nos lleva a pensar con preocupación que algo está sucediendo, con temores ojalá infundados que no estemos a las puertas de estos fenómenos de gobiernos absorbentes, mesiánicos, que mucho daño le hace a la institucionalidad.
Los partidos políticos tradicionales pareciera han dejado de ser los canalizadores de la opinión pública, creándose un panorama preocupante que puede afectar la democracia representativa, en donde los ciudadanos no se sienten bien simbolizados, surgiendo la desconfianza en sus dirigentes, muchos de ellos cuestionados en su parte ética, en el sistema judicial, en la estructura electoral, en la autoridad misma, dando origen a una crisis de legitimidad, que es la que se está padeciendo en la actualidad.
Otra causal de esa pérdida de confianza es por la forma como actúan en los procesos electorales, olvidando sus principios rectores, las malévolas alianzas con el contradictor del ayer, el silencio cómplice con funcionarios venales que llevan su aval, más dedicados a ganar elecciones, a la burocracia, a la contratación oficial, al transfuguismo de moda en nuestro medio.
Tiempo para reorientar el rumbo de esos partidos que han sustentado la poca democracia que nos queda, una sana reflexión sobre la suerte de estas organizaciones, el futuro depende de ellos mismos, en su modernización, depuración de sus huestes de tanto malandrín incrustados en sus estructuras, regresando por los fueros de sus principios ideológicos, dignificando los cargos de elección popular, si en verdad quieren seguir siendo voceros de la opinión ciudadana que les garantice los triunfos electorales del futuro, no hacerlo se estarían cavando su propia extinción, lo deseamos como civilistas que somos e integrante de una colectividad.
ADENDA: Otro de los hallazgos de la encuesta de cultura política es el relacionado con la credibilidad de las instituciones resultando golpeado el sector justicia, que requiere de una cirugía a fondo, se le cuestiona por el tratamiento benévolo para quienes han atracado el erario, mani larga con los poderosos, conglomerados económicos, férrea para con los débiles, como su congestión y la morosidad.
El país reclama un acceso directo de los ciudadanos al servicio público de justicia, volver por la seguridad jurídica, mayor eficiencia en la definición de las demandas instauradas, no más excusas en la morosidad y la indefinición de los procesos, cero corrupción en su funcionamiento, respeto por el debido proceso, cumplimiento de los términos de ley.
La desconfianza en la justicia es un factor que no puede permitirse, sobre todo en la colombiana que viene cargando un lastre de su ineficiencia institucional.
ADENDA DOS: Desconcierto generó en las huestes liberales, en particular en la vieja guardia de esa colectividad, el silencio de las directivas en una fecha luctuosa para el país, para la colectividad roja como lo es la del 9 de abril, día que se conmemora el vil asesinato de uno de sus adalides, que durante su existencia motivó con entusiasmo la militancia, manteniendo en alto la ideología liberal. Olvido inexplicable.
ADENDA TRES: Abrazo solidario a los familiares de doña Beatriz Londoño de Castaño, ex gobernadora de Caldas, descendiente del ex ministro de hacienda en el gobierno de López Pumarejo, Arcesio Londoño, dama de la mayor respetabilidad social en el medio manizaleño y caldense, por los momentos difíciles por los que atraviesan, debido a los serios quebrantos de salud que padece en el momento.
El ser superior será el que defina su suerte futura.
*Exmagistrado.
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