Por: Cristian Marín Zuluaga
El onceno de él Willy Rodríguez fue atrevido, no se resguardó en su campamento y por el contrario salió ante el milagroso a sorprenderlo, adelantando líneas y poniendo contra las cuerdas por algunos pasajes al cuadro local. Sin embargo y a pesar de los embates del “leopardo” Quindío antes de ir al reposo consiguió mover el tanteador para finalmente ir al descanso con la tranquilidad de tener el resultado a su favor.
Ya para la etapa final, simplemente la consigna del dueño de patio era administrar, controlar las escaramuzas del Bucaramanga e intentar liquidar el partido, así lo entendió el grupo y llegaron dos tantos más, uno de López y el otro del inagotable, inoxidable, insaciable Wilson “el pájaro” Carpintero, elemento que culminó el compromiso como la gran figura de la cancha por toda labora ejecutada en el trascurso del cotejo, válido por la tercera fecha de los cuadrangulares semifinales del torneo de ascenso.
El resultado en Armenia vale sin duda un potosí dado como se vienen presentando las cosas en el grupo A y donde claramente sacar provecho de la localía marca una clara ventaja a estas alturas del campeonato; simplemente basta con mirar la estadística para darse cuenta de la efectividad en casa de estos cuatro equipos, hasta la fecha ninguna ha ni siquiera empatado ante su gente, y por lo mostrado el que sume de visitante puede ir asegurando un cupo VIP en la gran final de este semestre.
De números
El fútbol es de números, la estética para algunos es importante para otros no lo es tanto, lo claro es que el Quindío a pesar de no tener grandes momentos con la confección, con la suavidad de juego, con la pelota en los pies, sí ha demostrado a lo largo del torneo orden, seriedad, comportamiento y quizás lo más importante una memoria táctica, basada en el agrupamiento en zona defensiva y en la salida rápida, básicamente por las bandas del campo, a todo eso hay que sumarle el gran presente de sus delanteros el “pajaro” enchufado y Filigrana en proceso de recuperación para volver a ser ese atacante punzante de otras jornadas.
A parte del gran marcador, hay que rescatar la respuesta del público, sí, no se llenó el jardín del fútbol, pero por lo menos ya no se ven tantas sillas vacías en el Centenario, síntoma de reencuentro con la afición, que poco a poco empieza a creer severamente en el regreso a primera división.
El jueves se vuelven acelerar los corazones, de nuevo el colectivo cafetero sale de casa para intentar un comienzo hacia la final, puntuar por fuera va marcar la pauta en este cuadrangular, donde hoy los del “nano” lo lideran con autoridad gracias a ese vigor plasmado en su feudo.
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