Por: Manuel Gómez Sabogal
“Enamorado de las estrellas y las noches con luna, que son maravillosas. Enamorado de la gente que ríe y no demuestra conocer su amargura. De los que solo por vivir son felices, felices como yo. Como yo, que vivo enamorado de la vida, de la luz del aire, de la música y la flor. Como yo, que vivo enamorado del amor.”
Porque cada mañana, doy gracias a Dios por el nuevo día. Porque creo que cada día voy a encontrarme con mis amigos, voy a saludar gente, a tomarme un café con alguien, a sonreír.
Enamorado de la vida, porque la vida es bella y todo lo que hay alrededor me anima a hacer las cosas bien y a mejorar siempre. Porque creo que tengo mucho por hacer y además, hay elementos nuevos que le dan significado a mi vida.
Porque aprovecho la tecnología, aprendo más, conozco cosas nuevas y procuro estar al día. Porque estamos en el siglo XXI y, aunque nací en el XX, aquí sigo vibrando y procurando nuevos logros.
Enamorado de la vida, porque leo los correos y son muchos los que a diario recibo de amigos sinceros y personas que apenas conozco, pero alegran mis días. Amigos que se hallan lejos aparecen de repente con un “hola” y eso me satisface. Sé que están ahí.
Enamorado de la vida, porque a veces, no encuentro un tema y recuerdo la letra de una canción, empiezo a escribir y allí está lo que deseo hacer. Oprimo cada letra y se forman palabras que hilan frases hasta lograr una coherencia que llega a mi alma. A veces, no encuentro sino temas tristes, melancólicos, recuerdos de noticias negativas, pero deseo hacer algo diferente, distinto. Y hoy, hallo en este título de una hermosa canción, un tema que, aunque no muy extenso, pleno de optimismo, alegría, sinceridad y sonrisas.
Enamorado de la vida, porque al momento de escribir, escucho canciones alegres, sonidos hermosos y totalmente agradables al oído. No escucho noticias, ni quiero saber qué maldades hay en este momento. Solamente deseo que haya alegría y sonrisas.
Hay quienes hoy se han levantado “con el pie izquierdo” y creen que el día será malo, perverso. Pero no es así. El día es bello y amable. Nosotros somos los que decidimos cómo lo vivimos. Y debemos hacerlo con mucha alegría, mucho ánimo y mucha fe.
Enamorado de la vida, porque a diario, mis amigos me hablan y me dicen “Qué buena vida la tuya” “Qué vida tan dura la que llevas”. Y es cierto. Me encanta vivir la vida, sentir que todo es fácil, agradable, manejable, trato de no enojarme, trato de solucionar los problemas diarios, sin exasperarme. Trato de que no haya estrés en mi vida. Antes corría, me afanaba. Ahora, con calma tomo la vida.
Hoy, quiero compartir este texto que me salió así, de repente, gracias a una canción que me encanta y escucho casi a diario. Porque vale la pena y la vida es bella. Si no encuentras nada en este escrito, no te preocupes, solo intenta sonreír y sentir que la vida es tan hermosa como para enamorarse de todo lo que te rodea.
Libia Zuleta, una gran mujer y periodista. Luchadora, fuerte, increíble. Gracias a Dios por haberme permitido conocerla. Gracias a Libia por permitir mis columnas en su “Tigreros”.
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