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La plenaria del Senado eligió a Fernando Carrillo como el nuevo procurador General de la Nación, con 92 votos a favor.

Analistas dicen que el principal reto será despolitizar la entidad, mejorar la imagen y atacar la corrupción.

La Plenaria del Senador eligió con 92 votos al exembajador de Colombia en España, Fernando Carrillo Flórez como nuevo Procurador General de la Nación. El exministro del Interior y de Justicia obtuvo en los últimos días el respaldo mayoritario de las colectividades políticas por lo que su nombramiento como nuevo jefe del Ministerio Público era de esperarse.

En los últimos días Carrillo –ternado por el Conejo de Estado- recibió el aval del partido de La U, la Alianza Verde, Cambio Radical, Partido Liberal, Opción Ciudadana, parte del Polo Democrático, y a última hora, el del Centro Democrático y el Partido Conservador con lo que consolidó su aspiración. Por esto, antes de presentar sus propuestas en la tarde del pasado martes ante el Senado la elección de Carrillo Flórez era casi un hecho.

En su intervención ante los senadores, el exembajador aseguró que no se puede utilizar un cargo como el de jefe del órgano de control disciplinario para adelantar una persecución política ni poner a la entidad para satisfacer sus intereses personales o los de una colectividad política o social en especial.

“Vengo a ofrecer garantías de equilibrio e imparcialidad y desechar esas ideas que han convertido a la Procuraduría en un instrumento de persecución política”, aseguró. Para Carrillo, es necesario reconstruir la legitimidad y la dignidad de las instituciones judiciales del país.

“No soy descendiente del sectarismo político y no creo que tenga que venir a este escenario a cumplir las funciones del procurador como una especie de monopolio de un sector político”, precisó. Carrillo finalizó su intervención haciendo referencia a uno de los temas de más coyuntura en el país: el proceso de paz entre el Gobierno y las Farc.

“El rol del procurador será el de ser guardián de los derechos de las víctimas, en particular y estar presente en todo lo que representan los instrumentos de reparación”, aseguró. Carrillo remplazará en el cargo a Alejandro Ordóñez Maldonado cuya reelección fue anulada por el Consejo de Estado.

En la votación celebrada este martes el exvicefiscal General, Jorge Fernando Perdomo –ternado por la Corte Suprema- obtuvo (…) votos mientras que la expresidente de la Sala Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura, María Mercedes López –ternada por la Presidencia- obtuvo … (votos).

En la sesión de este jueves la Plenaria negó 26 impedimentos presentados por un grupo de congresistas para participar en la votación. Los senadores argumentaron que tenían familiares cercanos trabajando en la Procuraduría General, relación de amistad con los candidatos o tenían investigaciones activas en el órgano de control disciplinario.

Entre los senadores que presentaron impedimentos se encuentran Álvaro Uribe Vélez, Maríal del Rosario Guerra, Hernán Andrade, Carlos Fernando Galán, Tania Vega, Jaime Amín, entre otros.

El exembajador en España y exministro del Interior Fernando Carrillo Flórez fue la carta del Consejo de Estado para convertirse en Procurador general con una votación casi unánime a principios de septiembre, obtuvo 21 de 25 votos posibles en el alto tribunal.

Carrillo, bogotano de 54 años, es abogado de la Universidad Javeriana y tiene una especialización en Ciencias Socioeconómicas de la misma institución, además de dos maestrías de la Universidad de Harvard: en Administración Pública y en Derecho y Finanzas Públicas.

Sus inicios en los escenarios políticos del país se remontan a los agitados finales de los 80. Seguidor de Luis Carlos Galán, tras su asesinato, se convirtió en uno de los grandes líderes del movimiento estudiantil que impulsó la ‘Séptima papeleta’ y posteriormente fue miembro de la Asamblea Nacional Constituyente del 91 en la comisión de justicia.

Con solo 29 años alcanzó a ser Ministro de Justicia en el gobierno de César Gaviria, y aunque salió del cargo unas semanas antes de la polémica fuga del capo Pablo Escobar de la cárcel de la catedral -en julio del 92-, fue uno de los funcionarios del Ejecutivo señalados en las duras críticas que se realizaron desde el Congreso a las políticas penitenciarias del país.

Las turbulencias en la escena política local no frenaron la carrera de Carrillo, que tomó un largo respiro del servicio público y se concentró en consolidar una alta formación académica, para luego ingresar al Banco Interamericano de Desarrollo, en el que trabajó de 1997 al 2012. Su último cargo en el banco fue el de representante en Brasil.

En el 2010 fue llamado por nuevo presidente Juan Manuel Santos para que coordinara el proceso de empalme con el gobierno del expresidente Uribe, entre junio y agosto de ese año, y dos años después se unió al equipo de Gobierno desde la dirección de la Agencia de Defensa Jurídica del Estado.

Su nombre alcanzó a sonar en el 2012 para ser ministro de Justicia, tras la renuncia de Juan Carlos Esguerra, cuando en la polémica conciliación de la reforma a la justicia en el Congreso le colgaron ‘micos’ y gabelas para favorecer, principalmente, a los congresistas.

La reforma fue calificada como un ‘acto vulgar’ por el Consejo de Estado y objetada posteriormente por el presidente Juan Manuel Santos, quien finalmente no llamó a Carrillo a un segundo ‘round’ en el Minjusticia. Lo nombró Ministro del Interior.

Carrillo desembarcó en el cargo cuando estaban por iniciar los diálogos de paz con las Farc, y enfrentó, un año después, las más duras protestas campesinas que ha encarado el Gobierno: el paro campesino del Catatumbo y el Paro Nacional Agrario. Dejó el puesto septiembre del 2013 y su relevo lo tomó Aurelio Irragorri.

Posteriormente fue nombrado embajador en España.

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Por EL EJE