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Pero quiere darle una mano al Quindío 

Durante cuatro años el hijo de Samaná Caldas al oriente del departamento Hernán Penagos Giraldo se ha convertido en uno de los congresistas más serios, juiciosos, cumplidor de su deber, estudioso y analítico del país. 

Por José Octavio Marín Naranjo 

En poco tiempo Penagos Giraldo abrió las puertas en la impenetrable prensa capitalina que día a día lo busca para encontrar apoyo en sus opiniones; es columnista, critico, expositor jurídico e integrante de varias mesas de trabajo en los más influyentes medios periodísticos del país que creen en su capacidad. Versado en el tema de la Reforma a la Justicia Colombiana, en la caficultura y ponente de diversos proyectos desde la Cámara de Representantes, el abogado espera ahora ser Senador de la República a partir del próximo 11 de marzo. “No prometo nada”, dice a los medio de comunicación, “deseo un senado regional para trabajar en favor de los tres departamentos, no nací en el Quindío pero puedo contribuir mucho desde Bogotá”, Hernán Penagos conversó con EJE NOTICIAS PERIODICO en su más reciente visita a la capital quindiana.

P/ta José Octavio Marín Naranjo. Usted ha sido uno de los congresistas más juiciosos del país. ¿Qué le deja como balance estos tres años de ejercicio?

R/de Hernán Penagos Giraldo. En estos tres años trabajamos temas que me habían inquietado: primero, el tema agropecuario. He sido aliado de la Federación Colombiana de Cafeteros, de la Sociedad de Agricultores de Colombia, en temas que a mi modo de ver responden mucho a las necesidades de todo el país. En segundo lugar, he estado al frente de normas que van ayudando en temas de justicia; con el fiscal general me he recorrido todo el país, hablando de impunidad, sacando adelante, por ejemplo, la Ley de Pequeñas Causas, la Ley 1826, que será útil para resolver muchos de los asuntos que tienen los habitantes de las diferentes ciudades de Colombia en cuanto a seguridad. He estado al frente de muchos procesos: jurisdicción especial, el acto legislativo, la Ley de Equilibrio de Poderes, y me he caracterizado por estar en los medios, exponiendo mis opiniones y por hablar de la realidad de Colombia. 

J.O.M.N. Quiere ser senador de la República, ¿Se puede hacer un senado regional uniendo los tres departamentos del Eje Cafetero?

H.P.G. Sin duda, y a eso hay que apuntarle. Cuando uno está en Bogotá, todos los ministros dicen “vamos a hacer agenda en el Eje Cafetero, pero nosotros, que sí pertenecemos a esta región, trabajamos por un lado Caldas, por otro lado Quindío y por otro Risaralda; entonces hay que pensar en un trabajo de integración en torno a temas como Autopistas  del Café: hoy deberíamos acompañar a la Contraloría, que anunció que hay un posible detrimento patrimonial de $217 mil  millones en la asociación Autopistas del Café, recursos que serían muy útiles para resolver muchos de los reclamos viales que tienen estos tres departamentos. Otro tema importante es el medioambiental, en torno al Patrimonio Cultural Cafetero y al Parque de los Nevados, que sin lugar a dudas necesitan que haya una política ambiental que atraiga turismo y que sea ejemplo en el país, y un tercer tema es el de la movilidad: deberían tener nuestras tres ciudades principales un sistema de movilidad común, que permitiera que todos se pudieran movilizar con mayor tranquilidad. Yo estoy seguro de que si nosotros avanzamos un poco más en materia de movilidad, podríamos resolver temas fundamentales que tienen que ver con Armenia, como lo es el del desempleo. 

J.O.M.N.  El Quindío ha tenido un problema: son muchos los candidatos que han venido al departamento y muchos se han llevado votos y solo han traído desilusión, ¿Qué le dice a todos los ciudadanos que quedaron desilusionados con Varón Cotrino, con Plinio Olano, que han venido y sumado y jamás vuelven a aparecer? 

H.P.G. Lo entiendo, es apenas natural. La democracia nos tiene a todos andando por todo el país y nos toca ir buscando espacios en cualquier lugar de Colombia. Se entiende que cuando vienen dirigentes a hacer tarea política y después pierden diálogo con la diligencia es natural que traiga desesperanza e incomoda a sus habitantes. Lo que puedo decir son cuatro cosas: la primera, que soy del Eje Cafetero, soy de Caldas y entre los tres departamentos hay un común denominador; segundo, que vengo de un pueblo chiquito, Samaná, al oriente de Caldas, lo que permite decirles que entiendo las realidades y las costumbres de esta región; tercero, que vengo trabajando con la Federación de Cafeteros de Colombia y con los agricultores  y me mueve el tema agropecuario; y cuarto, que he conseguido acá unos amigos muy destacados, la gente me conoce, sabe que soy un hombre de gestión que trato de decir las cosas como son y de defender y encausar las realidades de este departamento. Yo no vengo a decir que voy a cambiar la historia del Quindío, pero sé que puedo dar una mano a este departamento, en compañía de los demás líderes y de los empresarios, que los siento desconectados de los líderes políticos, y creo que eso no puede ser. Vengo a hablar de la necesidad de que nos unamos todos para luchar en Bogotá por los intereses del Quindío. Sin promesas, yo no hago promesas, lo que puedo ofrecer es mi fuerza de trabajo, mi gestión, mi capacidad. Fui presidente de la Cámara, de la comisión de Ordenamiento Territorial: puedo darle una mano al departamento.

J.O.M.N. ¿Sin Promesas?

H.P.G. Sin promesas, yo no hago promesas, lo que puedo ofrecer es mi fuerza de trabajo, mi gestión, mi capacidad, he estado al frente de los principales proyectos que ha tenido el Congreso de la República en estos últimos cuatro años y lo que puedo decir es que conozco, tengo experiencia y que puedo darle una mano a esta tierra, poner un granito de arena para darle una mano al departamento.

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