La XIII asamblea nacional de dirigentes de Dignidad Cafetera Nacional definirá esta semana en Neiva las actividades por realizar en defensa de la producción cafetera sumida en profunda crisis por la caída de los precios que a la fecha es de $US1.32 centavos de dólar -de los que $U.S1, 07 centavos corresponde al precio en bolsa y los 0,25 centavos de dólar restantes a la prima por calidad del café colombiano.
El dirigente Oscar Gutiérrez advierte que es el peor precio del grano en el mercado mundial en los recientes ocho años. “Además, está acompañado de una de las más altas tasas de revaluación del peso frente al dólar. Y como esas dos variables -precio internacional y tasa de cambio- definen el precio interno, entonces se tiene que, por cada arroba, el cafetero está recibiendo –escasamente- $ 38,500 sin duda, un precio de compra de ruina para los caficultores colombianos”, explica Gutiérrez Reyes.
Dignidad Cafetera Nacional, continúa la lucha que emprendió en febrero del año pasado. Con las siguientes razones: Sí continúa cayendo el precio internacional y revaluándose el peso, los cafeteros tendrán que movilizarse nuevamente para exigir el aumento del subsidio PIC (hoy en 16 mil 500 pesos) sobre la base se fije un precio de sustentación. Es claro que los especuladores financieros de las bolsas de Nueva York y Londres tienen postrado el precio internacional y es claro, también, que las multinacionales hacen una sobre ganancia, a costillas de los productores cafeteros.
Preguntas
¿Por qué, en una situación como esta, el gobierno colombiano no convoca una cumbre de países productores para enfrentar la situación o, se dirige a Estados Unidos y la Unión Europea para exigirles un intercambio comercial justo? ¿Será acaso por los Tratados de Libre Comercio? ¿Será que un intercambio comercial que beneficie ambas partes está desterrado del comercio internacional y sometido por tanto a la voluntad de multinacionales y especuladores de bolsa? ¿Será que debe someterse a los productores de bienes básicos a la quiebra de su actividad económica, sin importar las implicaciones sociales para los mismos? ¿Es este el libre comercio que nos va a sacar del atraso y la pobreza?, se preguntan insistentemente los caficultores de Caldas, Risaralda, Quindío, Tolima y Antioquia.
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