Colombia no es tan secreta si la historia la cuenta un buen conversador como Andrés Hurtado García, pragmático y de lenguaje peripatético ¡Porqué él; Así, lo desea¡ .
Según lo expreso regresar al Quindío a sus 75 años es hallar la reconciliación con un mundo basado en el retorno perpetuo; Donde hasta el más mínimo acontecimiento de cualquier época es cíclicamente permitido y lo suficientemente ilógico , es un su concepto (El de Andrés) lo bastantemente atractivo en su memoria para que valga la pena contarlo.
Como agregado diplomático en asuntos que solo le importan al mismo susodicho es notorio que le da igual, le da lo mismo, o como carajos uno lo entienda, que lo invite a un buen café que apropósito le hace daño Mohamed bin Rashid Al Maktumvdel del que dice no es amigo pero reconoce le ha coqueteado por un almuercito, que si en su lugar por ejemplo, lo hiera : Lorenzo Muelas , Álvaro Uribe o Simón Gaviria; Después uno puede entender que comer o tomar lo que sea junto Andrés Hurtado García, es una experiencia que ni el jeque de Dubai quiere perderse.
¿Qué Cuantas veces se ha escapado de la Parca Sepulcral?
Eso no lo saben ni sus mejores amigos. Ni el gran Daniel Samper Pizano que lo llamo a su teléfono fijo a preguntarle el dato para su columna de opinión en el periódico el Tiempo programada para la mitad del mes de mayo de 2016, tampoco se lo confeso a su colega del alma el mismo que lo hace llorar cada que lo menciona (Jaime Garzón), no lo hizo con su hermano Romel alma bendita, víctima del malnacido pum, polvorazo pum.
Dijo en el automóvil mientras regresábamos de Cócora que Armenia pum, azota a veces a los que no tienen miedo y que de esos se cuentan pocos.
¡ Tampoco me contó cuantas veces se le escapó a La Parca ¡.
Se limitó a decir que aquella mañana en la ciudad de Zilten o en algún lugar de Libia, la gente grito Isis, Isis, y como buen corresponsal de la Sagrada Guerra en medio de su pánico solo se le ocurrió salir a correr como si lo persiguiera el patas y a sus 74 años vibro al igual que Forrets Gum una de las ultimas maratones de su vida, las mismas carreras y anécdotas que inspiraron a directores como Bernardo Romero Pereira en sus novelas de antaño o en La Novelística de la Violencia de Gustavo Álvarez Gardeazábal o una más conocida: (El Bazar de los Idiotas), novela mágica donde se contó parte de su niñez, yendo más allá ni su recordado viaje al Himalaya en 1972 resultaría tan poco atractivo al lado del eterno retorno de sus historias tocándole las manos al Putas, enigma de saber las veces que este abuelito mágico y maravilloso de canas ilustres (Marista de Corazón y laico de merita convicción), se le escapó de las manos y pesuñas a la mismísima Parca que dice Andrés con una sonrisa : “ Debe estar furiosa conmigo”, finalmente dijo a modo de relato: “Los periódicos internacionales reportaron la muerte de dos periodistas Austriacos que fueron capturados por el estado Islámico, luego desmembrados y expuestos al público como trofeos , días después llamo Daniel Samper Pizano al hotel donde estaba alojado en España, le conté como hice para salir de la zona con miles de peripecias, me preguntó ¿ pero venga Andrés usted no estaba muerto? , yo le dije que sí, ¡ que estaba muerto! Pero de la risa”.
¿Qué decir?
Realmente poco. Se podría decir de Andrés Hurtado García, solo tal vez se diría lo siguiente: Que es un ser Lleno de historias parecidas a las de Charles Perrault en Barba Azul y cabe resaltar que en algunas de las que suele contar tienen un sentido maravilloso y hermoso, eso no quiere decir que no sea un experto hablando pura y física mierda en latín, griego o español. ¿Por qué En sus palabras? “hablar mierda es vivir un poco”.
Views: 0