¡Cómo cambian los tiempos! O mejor, cómo han cambiado los colombianos. Hace años, podría decirse, hasta mucho antes de finalizar el pasado siglo, la dignidad de un Presidente de la República era respetada en el buen sentido de la palabra. Ese alto cargo se miraba con profundo respeto y admiración, debido a que quienes lo ocupaban tenían talante presidencial, eran oídos, escuchados y acatados. Desde hace unos veinte años, es todo lo contrario. Analicemos no más. Los tres últimos Presidentes han sido objeto de burlas, chistes e insultos, en especial, Alvaro Uribe y su prohijado Iván Duque.
EL TÍTERE FARANDULERO
“Qué falta de respeto y atropello a la razón”, tal cual dice la canción-tango Cambalache de Enrique Santos Discépolo, compositor, músico, dramaturgo y cineasta argentino. Da pena ajena la forma como tratan al Presidente Iván Duque. “Bobo”, “títere”, “marrano”, “imbécil”, “inútil”, y el más atinado: “farandulero”. En fin…etc…etc., son tantos los adjetivos que le endilgan a Duque que a veces me da pesar por esa falta de respeto hacia ese pobre hombre, de quien dicen que “como Presidente”… es un buen guitarrista, un buen bailarín, un buen cabeceador de balón y ahora, un buen presentador de televisión.
¡QUÉ ATROPELLO A LA RAZÓN!
A propósito de insultos. El que sí se los ha ganado todos es Alvaro Uribe Vélez. “Criminal”, “narcosenador”, “paraco”, “sicario”, “asesino”, “matarife”, y el más suavecito: “expresidiario”. La lista es interminable, y no quiero caer en repeticiones de frases que a diario salen en las redes sociales que se dirigen contra Uribe y su recomendado presidente. Es una falta de respeto de los colombianos que tratan tan mal a este pobre y “dignísimo” hombre que despierta tanta compasión y “que no le ha hecho nada mal a nadie”. Algunos con cierta mofa dicen, cuando se refieren a Uribe como matarife, que eso es un irrespeto. “Si…respeten a los matarifes”, agregan irónicamente. Valga la aclaración, según su significado, matarife es aquella persona que tiene por oficio matar y descuartizar el ganado destinado al consumo. Es decir, esa es una profesión legal, por lo que no hay punto de comparación.
LA TAN MENGUADA DIGNIDIDAD
Dignidad indica el respeto y la estima que todos los seres humanos merecen y se afirma de quien posee un nivel de calidad humana irreprochable. La dignidad es la cualidad de digno que significa valioso, con honor, merecedor y el término dignidad deriva del vocablo en latín dignitas. De ahí que con base en esa definición del diccionario, para cualquier buen entendedor, entonces, Alvaro Uribe e Iván Duque no merecen respeto y estima de los colombianos, o no tienen la calidad humana irreprochable. O sea, no son valiosos, no tienen honor, ni son merecedores de dignidad. ¿Será esa la interpretación lógica?
DUQUE, MENTIROSO E IGNORANTE
Ahora que hablamos de respeto y dignidad. Duque ha sido objeto de insultos por el miserable aumento de mil pesitos diarios al salario mínimo de los colombianos en comparación de lo decretado del desproporcionado incremento retroactivo del año 2020 para los congresistas. Lo más irónico es que este Presidente diga que el aumento del salario mínimo es histórico por sobrepasar el millón de pesos mensuales, al sumarle el auxilio de transporte, que no es factor salarial, lo cual ignora. Hasta imbécil le han dicho a Duque. El auxilio de transporte no hace parte del salario, puesto que no constituye ingresos para el empleado, el auxilio tiene por objeto facilitar al trabajador llegar al sitio de labor pero no constituye una remuneración por su trabajo. Ahí sí quedó muy mal Duque por mentiroso e ignorante.
PRESIDENTE…MÍNIMO
Por todo lo anterior, Duque, además de ignorante de las leyes, es mendaz, pues mucho le han restregado que en su campaña presidencial prometió menos impuestos y más salario mínimo, siendo uno de sus lemas. De ahí que traigo a colación lo que dijo el ciudadano Santiago Alarcón en un twiter que se ha hecho viral por las redes sociales: “El salario mínimo es miserable como el Presidente. El salario mínimo es humillante como el Presidente. El salario mínimo es mentiroso como el Presidente. El salario mínimo es como el Presidente….Mínimo”.
EN TORNO A UN QUERULANTE
En las dos últimas columnas he hecho mención de una denuncia temeraria que ha presentado contra el suscrito un exmiembro de la Asamblea que se sentó en una de sus sillas durante el cuatrienio 2016-2019, para más señas, perteneciente al Centro Democrático, de quien informé en varias oportunidades los conflictos judiciales que sostuvo con su colega de bancada el joven Nicolás Aguilar González y con el secretario de esa corporación Leandro Gutiérrez. Muchos me han preguntado de quien se trata, y otros me insinúan no darle importancia. Sólo les digo que Aguilar González, quien hoy ya no pertenece a esa organización, fue víctima de denuncias penales interpuestas por el conflictivo personaje. Aguilar al salir avante de acusaciones injustas, actualmente lo tiene en vueltas en la Fiscalía, según radicados NUC 170016000060201803044 y 170016000060201803045. Es decir, el querulante, pasó de denunciante a denunciado, tal cual que a su jefe Uribe.
Pildorita final
“La dignidad no consiste en tener honores, sino en merecerlos”: Aristóteles, filósofo griego y su concepción meritocrática.
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