Los analistas del mercado financiero proyectan que la inflación en Colombia para agosto se situará entre el 6,1% y 6,4%. Este pronóstico refleja una desaceleración respecto a meses anteriores, manteniendo la tendencia a la baja que ha marcado el comportamiento de los precios en el país durante el último año.
Pese al optimismo de los expertos, quienes creen que la inflación cerrará el 2024 en torno al 5,7%, persisten algunas preocupaciones. La posible repercusión del paro camionero y factores como los ajustes en los precios de los servicios públicos podrían interrumpir esta tendencia, especialmente en septiembre.
El costo del transporte y los combustibles se perfilan como los principales responsables del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de agosto. A estos factores se suman las presiones en sectores como alojamiento y servicios públicos, con los arrendamientos mostrando incrementos mensuales superiores al promedio histórico.
En cuanto a los alimentos, si bien su inflación ha subido 2,3 puntos porcentuales en lo que va del año, la estabilización de la gasolina ayudó a que la inflación general continúe su moderación. Sin embargo, el impacto climático en los precios de los productos básicos durante agosto es otro elemento que puede alterar el comportamiento del IPC.
Las expectativas de los analistas varían. Algunos apuntan a una posible variación mínima de 0,02% en agosto, mientras que otros, más cautelosos, señalan una inflación anual de alrededor del 6,4%, impulsada principalmente por los rezagos en los ajustes de servicios públicos.
Un dato positivo es que la mayoría de expertos coinciden en que la inflación continuará bajando en el mediano plazo, lo que podría abrir la puerta a una reducción en las tasas de interés por parte del Banco de la República. Si la inflación cierra el año en niveles cercanos al 5,6%, tal como proyectan algunas entidades, esto generaría un alivio tanto para los consumidores como para el banco central en sus decisiones de política monetaria.
La meta del Banco de la República es reducir la inflación por debajo del 6% para finales de año, y proyecta que para 2025 se ubique en torno al 3%, si se mantienen las condiciones actuales. No obstante, el impacto de factores externos y las incertidumbres a corto plazo, como el paro camionero, podrían ralentizar este proceso en los próximos meses
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