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En el Estadio Tomas Alfonso Ducó de Buenos Aires, comenzará la gran final de la Copa Sudamericana, la cual cita a Huracán y a Santa Fe, dos equipos que buscan ser el nuevo patriarca del continente en detrimento de River Plate, eliminado por el “globo” en la semifinal.

El conjunto colombiano llega a esta trascendental contienda con la tranquilidad de haber podido sacar una mínima diferencia en los cuartos de final del torneo domestico ante el Atlético Junior, de ahí el impulso para seguir peleando en cada uno de los frentes, claro está que la Copa reviste mayor importancia para el conjunto de Gerardo Pelusso.

Santa Fe tiene extraordinarios números en la copa, en todo este trayecto para arribar a la gran final, tan solo cayó en una oportunidad, lo que refleja el comportamiento sólido de sus bloque defensivo.

La preocupación pasa por la escases de gol y el rompimiento de Wilson Moreno con la red. De aquel goleador letal y eficaz en el área, hoy no queda ni la sombra. El ariete entró en un bache del cual no ha podido salir en la etapa cumbre del año.

Santa Fe mide pulso con una institución de más de 100 años de fundación, con cinco ascensos y con varias incursiones en la Copa Libertadores, incluso en 1974 le alcanzó para abordar la semifinal.

El cardenal en los últimos cinco años se ha convertido en uno de los equipos de mayores réditos en Colombia y simplemente para redondear esas magnificas campaña le ha faltado un trofeo internacional. Hoy tiene esa gran oportunidad de graduarse a nivel internacional como campeón de la copa sudamericana.

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Por EL EJE