hospitalLas fallas son reiteradas

La deficiencia en los servicios médicos del Hospital de Zona continúan cobrando víctimas, a las demoras y la falta de atención, hora se suman la escases de especialistas.

Por: Angélica Bermúdez

El Hospital  San Juan de Dios es la unidad hospitalaria mas importante en todo el departamento del Quindío, miles de pacientes acuden diariamente para encontrar en los galenos de la entidad solución a sus dolencias; allí no solamente llegan accidentes de tránsito, infartados, personas con multiplex lesiones, allí también llegan niños jóvenes y ancianos en busca de un remedio que muchas veces terminan convirtiéndose como dice el adagio popular  “peor el remedio que la enfermedad”.

La muerte ronda los pasillos de la entidad no solo por la gravedad de las enfermedades o heridas sino por la negligencia de algunos galenos, que al parecer su juramento hipocrático se convirtió en hipocresía y ni hablar de enfermeras(os), auxiliares, personal administrativo y otros.

Los hechos

El pasado viernes ocurrió lo que colmó la paciencia de los quindianos, la vida de una joven  de tan solo 17 años que tenía todo  por delante y sueños por cumplir se cegó gracias a la negligencia y mala atención de la entidad, Valentina Botero García  quien cursaba grado 11 en el colegio Ingles sufrió una caída mientras practicaba educación física, hecho que requirió de su traslado  a una unidad hospitalaria. Siendo el San Juan de Dios la unidad más importante del departamento, se decidió que fuese allí donde debería ser remitida la menor, quien llegó con un trauma craneoencefálico y el cual requirió su intervención en la unidad de cuidados intensivos a la espera de la realización de exámenes que dictaminaran su verdadero estado de salud. Mientras su familia y amigos oraban por su pronta recuperación, el tiempo le ganó la carrera a esta joven,  los médicos encontraron una hemorragia cerebral que requería de inmediato una intervención quirúrgica por parte de un neurocirujano, especialidad que al parecer no tiene la entidad, Valentina dejó de respirar esperando que un especialista arribara a la unidad y practicara el procedimiento;  el pasado domingo la muerte le ganó a las ganas  de vivir de esta joven quindiana, la negligencia la falta de humanidad y el pésimo servicio del San Juan de Dios, terminaron con los sueños de una guerrera.

Otros antecedentes

Valentina no ha sido la única víctima de la mala atención, en el mes de Abril un angelito de  7 meses también dejó de existir porque sencillamente el San Juan de Dios no tenia cama disponible; la pequeña Carol Nicol Hurtado Forero fue llevada al hospital del sur con serios síntomas de dificultad respiratoria, allí los galenos determinaron que debería ser llevada a un hospital de más alta complejidad, al realizar el requerimiento al San Juan no había cama disponible, la menor murió esperando que en el Hospital apareciera una cama que le permitiera tener acceso al especialista que requería.

Y los casos no terminan aquí, una mujer proveniente del municipio de Circasia quien llegó remitida desde la localidad con fuerte dolor precordial y síntomas de infarto, fue atendida por un médico que al parecer no paso por la universidad precisamente estudiando, claramente le dijo, no es una infarto, le dio una aspirina y la envió a su casa, su esposo salió de la unidad hospitalaria, abordó una buseta hacia el municipio libre  y al llegar a su residencia la mujer murió víctima del infarto que sufría, otro caso claro de negligencia médica que sigue costando la vida de  inocentes incautos que confían en la “buena” atención del San Juan de Dios.

Las autoridades dicen estar investigando estos hechos, mientras sus familiares tratan de recuperarse de la pérdida de su ser querido, la unidad hospitalaria permanece colapsada, falta de insumos, sin medicamentos, equipos obsoletos, infraestructura deteriorada, remodelaciones inconclusas y ni siquiera un vaso para brindar el agua  a los pacientes en el servicio de urgencias pues estos son suministrados en las mismas bolsas donde viene empacado el suero, son algunas de las inconsistencias que se registran en la entidad que al parecer no salva vidas, las quita.

Para resaltar

Más de 17 mil millones de pesos en 1400 contratos de prestación de servicios han  sido invertidos en la entidad, el servicio de urgencias no cuenta con urgenciólogo que supervise el trabajo de los médicos generales  que prestan su servicio en la unidad, el gobierno seccional anuncia inversiones mientras los usuarios se mueren en los pasillos, en las sillas, porque ni siquiera las camillas son suficientes, o simplemente pierden la vida  a la espera de una atención, humanizando la salud o deshumanizando la atención.

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Por EL EJE